GARA > Idatzia > Kirolak> Athletic

Primera vuelta

Sensaciones y resultados abren las puertas a la ilusión

Los rojiblancos alcanzan el ecuador de la Liga a tres puntos de Europa y con argumentos para mantenerse en la pelea continental hasta el final.

Amaia U. LASAGABASTER

Por segunda temporada consecutiva, el Athletic se planta en el ecuador de la Liga con una ilusión por delante. Hace un año fue la Copa, doce meses después cambia el decorado.

Para bien, en principio, aunque el equipo esté ahora mismo lejos de asegurarse una final. Para empezar, porque son dos las puertas abiertas a la ilusión. Y, sobre todo, porque esta vez los rojiblancos están haciendo los deberes, y con buena nota, en la asignatura más importante. El Athletic, de hecho, firma su cuarta puntuación más alta en una primera vuelta. Sólo en tres ocasiones ha superado los 30 puntos actuales: hace trece temporadas -aunque entonces disputó dos partidos más-; un año después, cuando acabó en Liga de Campeones de la mano de Luis Fernández; y, por un solo punto, hace ocho años.

Los guarismos de estas 19 jornadas le mantienen, además, en el grupo de candidatos a pelear por posiciones europeas, de las que sólo le separan tres puntos.

No es, además, una cuestión exclusiva de números. El equipo también está ofreciendo las mejores sensaciones de los últimos años. En temporadas precedentes no han faltado los partidos en los que el Athletic ha tirado de casta, y hasta de juego, para apabullar rivales y conseguir triunfos brillantes. Pero ha acostumbrado a alternar esas contadas actuaciones con los más numerosos patinazos, en los que se ha visto a un equipo pobre, sin recursos y, sobre todo, muy limitado anímicamente.

Una situación casi inversa a la actual. Tampoco han faltado los descalabros ni las actuaciones ramplonas -lo contrario está al alcance de muy pocos-, pero los rojiblancos se han convertido en un equipo fiable. Exceptuando el Sevilla, que les endosó la mayor goleada de la temporada, y el Werder Bremen, en un partido con sus circunstancias, no ha habido un solo rival que les haya arrebatado puntos sin tener que trabajárselos a conciencia.

Causa o consecuencia, este Athletic también salta al campo con mucha más confianza que en años precedentes. Rara vez se desinfla ante las adversidades -aunque, precisamente, le pasó en el último encuentro- y, por el contrario, parece haber aprendido a mantener el temple cuando las cosas le van de cara. Especular con el marcador ya no suena a ciencia ficción.

Así que las sensaciones, como los números, también conceden licencia para soñar. Y no sólo en la Liga. Aunque no siempre se ha lucido, la trayectoria europea de los bilbainos es casi inmaculada. Tanto, que ya han superado sus dos grandes objetivos, meterse en la fase de grupos de la Europa League y superarla, en el segundo caso con bastante brillantez, y los hay que empiezan a hacer planes de viaje.

El torneo continental ha sustituído, en ese sentido, a la Copa, el lunar de esta primera mitad de la temporada. Lunar de grandes proporciones, porque el Athletic cayó a las primeras de cambio, ante un equipo de Segunda que disputó la eliminatoria con sus menos habituales y al que fue incapaz de ganar siquiera uno de los dos partidos.

Oportunidades a caras nuevas y no tan nuevas

La confianza en un grupo cerradísimo de jugadores y el ostracismo al que se vieron condenados otros fue una de las grandes críticas que escuchó el año pasado Joaquín Caparrós. El técnico parece haber cambiado de fórmula y, aunque con las estadísticas en la mano una quincena de hombres vuelve a acumular la mayoría de minutos, el equipo ha dejado paso a la plantilla. Sobre todo en el cómputo global de todas las competiciones.

Así, y al margen de los jugadores con lesiones de mayor duración, prácticamente todos los integrantes de la primera plantilla -y media docena de la segunda- han tenido su oportunidad en algún momento. Y algunos la han aprovechado, recuperando el protagonismo que habían perdido la temporada pasada. En menor medida Ustaritz, al que San José parece haber comido la tostada; y en mucho mayor Carlos Gurpegi, que ha pasado de plantearse cambiar de aires a ser uno de los insustituibles del técnico.

Junto a los viejos conocidos, y aunque su aportación en minutos sea menor, tres caras nuevas han irrumpido con fuerza: De Marcos, San José y el nuevo fenomeno social rojiblanco Iker Muniain.A.U.L.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo