Decenas de santurtziarras reivindicaron el derecho que toda los ciudadanos vascos tienen a vivir en Euskal Herria. Lo hicieron el pasado domingo con motivo del segundo aniversario de la muerte en Cabo Verde del refugiado político vasco Endika Iztueta.

Un sencillo acto rememoró las consecuencias de la deportación. Trajeron a colación cómo hace más de 25 años, más de 70 ciudadanos, entre ellos Iztueta, fueron desterrados de Euskal Herria y denunciaron que al igual que el santurtziarra han sido muchos los que han fallecido lejos del país.

«No queremos que nuestros vecinos vuelvan a casa cubiertos en banderas de recibimiento y despedida, les queremos vivos y cuanto antes entre nosotros y nosotras», reclamaron desde la margen izquierda y por eso, además de recordar a su vecino, también tuvieron en mente al ex preso político desaparecido Jon Anza.

En el acto no quisieron caer en la desesperación y pese a saber que Iztueta falleció sin ver su objetivo cumplido, animaron para que los demás si puedan gozar de una Euskal Herria en libertad.