Catástrofe en Haití
Haití pide ayuda internacional pero reclama el control de la reconstrucción
La comunidad internacional debatió ayer en Montreal un plan para reconstruir en los próximos diez años la devastada isla caribeña que coloque al país más pobre del continente en la vía del desarrollo. Cerca de dos semanas después del devastador terremoto del 12 de enero, las autoridades haitianas cifraron en 150.000 el número de muertos, sin contar los cadáveres que aún se encuentran bajo los escombros, que podrían ascender a 200.000.
GARA | MONTREAL-PUERTO PRÍNCIPE
El primer ministro de Haití, Jean-Max Bellerive, afirmó ayer que la reconstrucción de su país tras el devastador terremoto requerirá al menos entre cinco y diez años, a la vez que recalcó que esta vez tienen que «hacerla diferente». En el marco de la apertura de la conferencia sobre Haití celebrada ayer en Montreal, Bellerive pidió apoyo internacional «masivo», pero subrayó que será Haití quien tomará el control de la reconstrucción.
El encuentro de Montreal tenía como objetivo establecer las necesidades prioritarias, coordinar la ayuda humanitaria y planificar la reconstrucción a largo plazo del país caribeño. Además, se concretó la celebración en marzo en la sede de la ONU en Nueva York una conferencia internacional de donantes.
Pero la tarea más urgente era la coordinación de la ayuda después de las críticas suscitadas por el control ejercido por EEUU sobre la llegada de suministros al aeropuerto de la capital, Puerto Príncipe, y la lentitud en la distribución de la ayuda.
A largo plazo, la conferencia de Montreal debía trazar las líneas básicas de lo que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, denominó un «plan Marshall» para Haití. Esta idea fue respaldada por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, quien, además, pidió a América Latina y el Caribe que sean sus impulsores.
Diversas ONG han solicitado que los planes de reconstrucción y desarrollo se extiendan a todo el país y no abarquen sólo áreas y parcelas concretas.
Reconstrucción y desarrollo
Al respecto, la comunidad internacional debatió en Montreal un plan para reconstruir Haití en diez años que coloque al país más pobre del continente en la vía del desarrollo.
Los llamados «amigos de Haití» -EEUU, Brasil, estados español y francés, Japón, Argentina, Chile, Costa Rica, México, Perú y Uruguay- se dieron cita en la ciudad canadiense para intentar poner en pie una estrategia coordinada a largo plazo. El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo que se establecerían «los principios de un plan que guiará la reconstrucción de Haití de forma eficaz, coordinada y estratégica para la próxima década». «Serán necesarios al menos 10 años de trabajo duro» para reconstruir el país, auguró.
Jean-Max Bellerive explicó, que para su país «la prioridad absoluta es satisfacer las necesidades vitales de la población»: víveres, medicamentos y vivienda. Sin embargo, el punto fundamental es la «reconstrucción» del país a largo plazo, agregó el primer ministro, quien admitió no estar «totalmente cómodo» con el término. «De ninguna manera vamos a volver al estado anterior. Hay que hacer más, mejor y diferente», subrayó.
Reconoció que no era la primera vez que la comunidad internacional intenta ayudar a su país y añadió que «hay que tratar de entender porqué hasta el momento no funcionó. ¿Por qué tantos esfuerzos no condujeron al desarrollo de Haití?», se preguntó Bellerive. Criticó una «centralización excesiva» en torno a Puerto Príncipe que con el terremoto «hizo perder a Haití el 60% de su PIB en 30 segundos».
Destacó también un problema de recursos humanos, al lamentar la pérdida de personal capacitado, antes de invitar a la diáspora haitiana a ayudar a llenar ese vacío, agravado por el seísmo.
Por último, minimizó la importancia de una eventual cancelación de la deuda de su país, estimada en 740 millones de euros y que ayer volvió a reclamar Oxfam Internacional, al insistir en cambio en la importancia de las inversiones extranjeras.
Bellerive aseguró que Haití «puede tomar por sí misma» las riendas de la reconstrucción e incluso seguir asumiendo los compromisos de su deuda, pero aclaró que «necesita el apoyo masivo de la comunidad internacional».
150.000 muertos
Cerca de dos semanas después del devastador terremoto, las autoridades haitianas revisaron al alza el balance de muertos. La Comisión sanitaria informó de «una cifra de 150.000 cadáveres», indicó a France-Presse la ministra de Comunicación, Marie-Laurence Jocelyn Lassegue, quien agregó que el número de muertos que podrían encontrarse aún bajo los escombros es «difícil de cuantificar» aunque recordó que «el primer ministro (haitiano) habló de 200.000».
La ONU, por su parte, cifró en 112.250 los muertos y 194.000 los heridos en la que consideró una de las peores tragedias de los últimos años
Un total de 133 personas han sido rescatadas con vida de entre los escombros desde el día del terremoto, que causó más de 194.000 heridos y dejó a un millón de personas sin hogar.
Equipos ligeros de búsqueda y socorro, enviados por diversos países, emprendieron la vuelta a casa mientras que los efectivos que disponen de material pesado para perforar y levantar peso se dedican ahora a las tareas de desescombro y limpieza.
Mientras tanto, cerca de 800.000 personas están siendo acogidas en 500 campos improvisados y ya funcionan una treintena de hospitales con capacidad para realizar operaciones.
La ONU informó también de que más de 235.000 personas han abandonado Puerto Príncipe para dirigirse a las regiones rurales de la isla, menos afectadas por el terremoto, y unas 800.000 personas viven en campamentos improvisados en la capital haitiana.
Las autoridades tienen previsto iniciar esta semana el realojo de quienes se han quedado sin hogar, pero ya han surgido serias discrepancias entre el Gobierno y las agencias de la ONU. El Ejecutivo pretende crear dos o tres grandes campamentos donde reubicar a la población mientras se reconstruye Puerto Príncipe. Sin embargo, fuentes de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) dijeron a Efe que esos planes no son realistas porque crean muchos más problemas, logísticos y sociales, que los que solucionan.
El inmenso caos que dejó el terremoto va a proporcionar miles de empleos a los haitianos, que tendrán que limpiar montañas de escombros.
La ONG CHF International, presente en Haití desde hace años con financiación estadounidense, se especializa ahora en limpieza de escombros y dice que dará empleo a miles de haitianos. «Esperamos emplear hasta 3.500 personas en los próximos meses», indica Alberto Wilde, director de CHF Internacional en Haití. «Les pagaremos 6 ó 7 dólares diarios, según la tarea», añade Sinan Al-Najjav, un ingeniero iraquí de CHF.
Por su lado, la ONU empezó a pagar un máximo de 150 gourdes por día (unos 5 dólares) a haitianos empleados en la limpieza. «El lunes empleamos a 2.000 personas en Carrefour Feuille, a 1.000 personas en Leogane, a 1.000 en Gran Goave y a 1.000 en Petit Goave. De aquí a un mes y medio esperamos contratar hasta 200.000 personas», indicó a France-Presse Eliana Nicolini, coordinadora del PNUD (Programa de la ONU para el Desarrollo) en Haití..Virginie MONTET
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, afirmó que su país ya contaba con un plan para Haití antes del seísmo, por lo que no hay que empezar de cero, y consideró la condonación de la deuda «una importante pieza del puzzle».
Criticada por su falta de visibilidad frente a EEUU tras la catástrofe de Haití, la UE acordó enviar una misión integrada por 350 policías para ayudar a distribuir la ayuda humanitaria. La iniciativa responde a una petición de la ONU.
El primer ministro de Haití agradeció la ayuda internacional e hizo especial mención a Cuba y Venezuela, que no fueron invitadas a la conferencia de Montreal, así como a República Dominicana.
Los niños haitianos que han quedado huérfanos o separados de sus padres a causa del terremoto corren el riesgo, cada vez mayor, de ser víctimas de redes de traficantes o de adopciones ilegales, según el Gobierno y las organizaciones de ayuda.
Los traficantes podrían tratar de aprovecharse del caos y de la inestabilidad social generados por el seísmo para llevarse a niños indefensos fuera de Haití, por aire o a través de la frontera terrestre con República Dominicana.
Kent Page, portavoz de Unicef, expresó su preocupación por las informaciones que dicen que a algunos niños los están cogiendo redes de traficantes y sacándolos del país, aunque no citó casos concretos.
Las autoridades temen que algunas ONG hayan sacado del país a menores para llevarlos con familias de adopción antes de que se hayan agotado los esfuerzos para encontrar a sus familiares. Por eso, el Gobierno haitiano interrumpió la semana pasada ese tipo de adopciones.
No hay estimaciones fiables sobre el número de niños perdidos y sin familiares que están en situación de riesgo en Puerto Príncipe. Hasta ahora se ha registrado a unos 700 niños que perdieron contacto con sus padres, explicó Page.
Una ONG que ayuda a niños en el barrio Delmar 31 afirma haber identificado a 3.000 niños que considera en peligro.
For His Glory Outreach, ONG cristiana de EEUU ,ha llevado a su país a 80 niños haitianos para su adopción, y pretende llevarse otros 29. Los niños vivían en el orfanato Casa de los Niños de Dios y los documentos requeridos habían sido firmados con anterioridad por las autoridades, pero la mayoría de los menores del centro tiene padre o madre y mantiene contacto con ellos.
Ya antes del seísmo, la mala situación económica llevaba a muchos padres a dar a sus hijos en adopción.GARA
La ALBA se ocupará en Haití de construir una infraestructura que garantice la atención médica a las víctimas. Trabajará en la recuperación de hospitales y acelerará la construcción de centros de diagnóstico integral hasta llegar a los diez previstos.
