El presidente de la Real, Jokin Aperribay, se mostró orgulloso por la forma en la que el club ha salido de la Ley Concursal con una deuda agobiante de sólo 5,4 millones de euros, que serán los únicos que deberá pagar con sus ingresos ordinarios a partir de enero del 2011 en el esperado escenario de ascenso y del 2013 en el caso de seguir en Segunda.

Lo más importante de la rueda de prensa de ayer del Consejo fueron los números con los que se ha cerrado el proceso concursal. De los 41,1 de deuda total, cifra en la que están incluidos 4,8 como posible contingencia por el IVA de los abonos, sólo son de pago obligado en unos plazos fijos esos 5,4, que se abonarán en tres partes anuales de 1.423.620 euros y en otras tres de 378.398. En Primera se pagarían los seis plazos de forma seguida y en Segunda habría otros dos años sin pagos desde el cuarto al quinto.

27,3 millones, entre los que está la deuda con la Diputación y Kutxa, pasan a convertirse en préstamos participativos, que no contemplan ninguna quita, pero permiten al club presentar un patrimonio neto positivo y que no tienen más obligación de pago que el 15% de los ingresos por traspasos de jugadores si la Real está en Primera y el 20% si juega en Segunda. Además se intentará rebajar esa deuda, a cobrar a 30 años, con contraprestaciones publicitarias.

Hay 597.294 euros pendientes de negociar cómo se pagan y la quita permite eliminar 7.846.618. Además la deuda se reduciría más si el Juzgado de lo Mercantil acepta la demanda de los administradores concursales y elimina el crédito de 2,2 millones de Lighthouse, que en un principio fue calificado como subordinado y sería el último en cobrar.

Una valoración positiva

A la hora de hacer una valoración de estos datos y de la sentencia por la que la Real sale de la situación concursal, cesan en sus funciones los administradores concursales y el club vuelve a ser dueño de sus decisiones, su presidente Jokin Aperribay manifestó que «hemos superado un momento crítico. Los números de la Real están orientados y, si los presupuestos de los próximos años son equilibrados, el club alcanzará una estabilidad económica en un futuro próximo».

Recordaba que en el primer año de su Consejo «nuestra máxima prioridad era la supervivencia del club. Se encontraba en una situación económica y financiera muy delicada y hemos trabajado para lograr la firma del convenio de acreedores. Nos sentimos orgullosos porque la Real ha dado un paso importante al frente al conseguir garantizar el futuro del club. Es para estar satisfechos. El reto ahora es buscar la estabilidad económica. El convenio aprobado nos obliga a buscar un equilibrio con presupuestos en los que el realismo y el control del gasto van a ser importantes».

En esa línea, el asesor jurídico del Consejo, José Luis Martínez, recordó que el riesgo de disolución de la sociedad sigue, ya que esa sería la consecuencia si no se cumple con el calendario de pagos aprobado. Pero mostró su convicción de que la Real va a estar en disposición de cumplir con los compromisos adquiridos. Recordó que para ello se crea una comisión que debe informar cada seis meses al juez de la situación económica de la entidad y del cumplimiento del convenio aprobado.

Agradecimiento

Aperribay quiso mostrar su agradecimiento a los acreedores por su respuesta positiva a la propuesta de convenio que se les ha presentado e incidió especialmente en la importancia que ha tenido el plan de viabilidad confeccionado en junio para ganarse su confianza.

Sobre todo el proceso exitoso comentó que «las conversaciones han sido claras y el principio fundamental ha sido la confianza a través del plan de viabilidad. A partir de ahí, se pusieron las bases para concretar el convenio de acreedores y es de justicia agradecer a todos ellos la superación de este momento tan crítico».

El plan de viabilidad contempla el pago de las deudas incluso en Segunda con un presupuesto de diecisiete millones, pero el presidente recordó que «es más fácil de gestionar en Primera 30 ó 35 millones que en Segunda 17 ó 18 y si no tenemos estabilidad económica no hay futuro. Es un reto para la Real acomodarnos a los ingresos que tengamos y gestionar bien nuestros recursos económicos».

Jokin Aperribay aprovechó una comparecencia ante la prensa que no tuvo mucho interés porque apenas hubo preguntas para comunicar que en la Junta de este jueves el Consejo va a someter a la votación de los accionistas en el punto del orden del día referido a la renovación y nombramiento de auditores sustituir a la empresa que auditaba las cuentas anuales del club, Olzewski, por la donostiarra AGM Consultores. Los problemas suscitados con los criterios contables han llevado al Consejo a entender la conveniencia de un cambio en esta faceta tan controvertida.