Rajapaksa celebra la victoria en Sri Lanka entre denuncias de fraude de su rival Fonseka
El presidente saliente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, se alzó con la victoria en las elecciones presidenciales tras una feroz batalla contra su ex jefe del Ejército, el general Sarath Fonseka, que fue «sitiado» durante varias horas en el hotel en el que se encontraba y rechazó el resultado.GARA |
El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, obtuvo un segundo mandato en los comicios presidenciales del martes, según datos oficiales difundidos ayer, que su rival, el general Sarath Fonseka, rechazó por «amañados» al tiempo que denunció que las autoridades tenían «planes» para detenerle y matarle si se alzaba con el triunfo. Soldados cingaleses rodearon durante varias horas el complejo hotelero en el que se encontraba el derrotado ex jefe del Ejército.
La Comisión Electoral anunció que el mandatario saliente obtuvo el 57,88% de los votos, mientras que Fonseka se hizo con el 40,15% de los sufragios.
Tras conocer su victoria, Rajapaksa dijo que el resultado demuestra el conocimiento democrático del pueblo de Sri Lanka, al que conminó a unirse para reconstruir el país.
A Rajapaksa le ha salido bien la jugada de recortar dos años su propio mandato para capitalizar la victoria militar sobre la guerrilla tamil y, aficionado a metáforas bélicas, promete ahora librar la «guerra económica» y traer el bienestar a su pueblo.
Fonseka, por su parte, cuestionó los resultados y pidió su anulación a la Comisión Electoral, además de anunciar que los impugnará ante los tribunales.
Hotel sitiado
Las primeras elecciones tras la victoria militar sobre los Tigres para la Liberación de Tamil Eelam (LTTE) se celebraron en un clima de tensión que se incrementó ayer cuando tropas cingalesas compuestas por unos 80 soldados rodearon el hotel de lujo en el que se encontraba Fonseka, en el centro de la capital.
El portavoz del Ejército, general Udaya Nanayakkara, explicó que el despliegue se produjo tras recibir una información de que había desertores de las Fuerzas Armadas en el interior del hotel, y agregó que se trataba de una medida cautelar que no afectaba a la libertad de movimientos de Fonseka.Colombo había acusado a Fonseka de contratar una milicia privada compuesta por desertores, acusación que fue rechazada por la oposición.
Pero el derrotado ex general señaló que el Gobierno tenía la intención de matarlo mediante la detención de su personal de seguridad para dejarlo sin protección. «Se comportan como asesinos», dijo. Según su portavoz, Mano Ganeshan, Fonseka pidió la protección de «un país vecino» para garantizar su segu- ridad, después de que doce de sus escoltas fuera arrestados.
En una entrevista exclusiva al canal indio NewsX, Fonseka denunció un intento de «golpe de Estado» que pasaría por su propio arresto y el de los líderes de la oposición y «en la siguiente fase, el asesinato».
En el norte y en el este de la isla, zonas que estuvieron más de dos décadas bajo control de la guerrilla tamil, la popularidad de Mahinda Rajapaksa es escasa y en la cita con las urnas del martes fue superado ampliamente por el que fuera su jefe militar y luego rival, Sarath Fonseka.
Los observadores cuestionaron que la participación fuera del 74,4%. Calculan que en el sur, de mayoría cingalesa, pudo ser del 80%, y la rebajan al 20% en la península de Jaffna, capital cultural de los tamiles, y al 10% en Mullaitivu y Kilinochi, capital de facto del LTTE.