Juicio por el acto por Joxe Mari Sagardui «Gatza»
Arnaldo Otegi hace apología del proceso democrático en la Audiencia Nacional
Arnaldo Otegi aprovechó el juicio contra él y otros cuatro vascos en la Audiencia Nacional para hacer apología del proceso democrático y la declaración de Altsasu. Fue una intervención pedagógica que la presidenta del tribunal intentó torpedear obligándole a condenar a ETA.
Ramón SOLA | MADRID
Técnicamente, Arnaldo Otegi se había sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional junto a Itziar Galardi y Josune Irakulis por «enaltecimiento del terrorismo» y «reunión ilícita», pero durante toda la mañana apenas se habló de otra cosa que de política. Durante más de media hora, el líder de la izquierda abertzale actualmente entre rejas -y en huelga de hambre junto al Colectivo de Presos Políticos Vascos- se dedicó a enalte- cer otra cosa: un proceso democrático que resuelva el conflicto.
La intervención se desarrolló en un tono pedagógico que Arnaldo Otegi consideró necesario. Lamentó que la izquierda abertzale no haya conseguido por ahora trasladar al «pueblo español» qué es lo que demanda: que todos los proyectos políticos puedan competir en igualdad de condiciones y que sea la ciudadanía vasca quien decida. Culpó a los medios de ello.
La jueza Ángela Murillo, conocida ya por su polémica gestión en el juicio del «caso 18/98», le dejó hablar sin interrumpirle para intentar cortocircuitar el mensaje de Otegi justo al final, y recurriendo al latiguillo habitual en estos casos. Le preguntó si estaba dispuesto a condenar a ETA. Cuando el líder independentista le dijo que no contestaría a eso -tampoco había respondido a las acusaciones-, la presidenta Murillo sentenció: «Ya lo sabía». Los medios más dispuestos a menospreciar la intervención de Otegi ya tenían titular con el que contrarrestar su mensaje.
A preguntas de su abogada, Jone Goirizelaia, Otegi explicó a la sala cuáles habían sido los dos mensajes principales del acto juzgado, celebrado el 9 de julio de 2005 en Zornotza para recordar que el vecino de esa localidad Joxe Mari Sagardui, Gatza, cumplía 25 años de cárcel (hoy va ya camino de los 30). Otegi detalló que, por un lado, quiso denunciar «una situación absolutamente cruel e injusta, que no tiene parangón en Europa», y que, por otro, trató de remarcar las opciones para avanzar hacia la resolución del conflicto, en un momento en el que «había un proceso de diálogo y negociación en ciernes».
Escocia, Irlanda, Sáhara...
Pero Otegi no habló sólo en pasado, sino que trajo la cuestión al presente para remarcar que ahora también es posible abrir un proceso democrático. Y explicó a qué se refería: «La solución al conflicto tiene que ser justa para todas las partes, de modo que se puedan desarrollar todos los proyectos políticos si así lo desea la mayoría».
«Lejos de hacer enaltecimiento de soluciones violentas, la izquierda abertzale, entonces y ahora, lo que hace es una apelación a una solución pacífica y democrática», detalló el político de Elgoibar.
Añadió que «existen condiciones para ello» y que sería largo enumerarlas, por lo que citó una: «La mayoría demanda el derecho de autodeterminación y el reconocimiento de la identidad nacional. Y esto que parece tan raro lo podemos ver pronto en Escocia, como lo hemos visto en Irlanda del Norte y en todos los países que se han convertido en estados en Europa en estos últimos años. Pero parece que tiene dificultades innegables en este estado», lamentó Otegi antes de añadir que «pese a todo, seguimos reivindicando un proceso democrático».
Para entonces ya se escuchaban algunos suspiros de disconformidad en la sala, que luego se calmarían con la intervención final de la jueza Murillo. Pero Otegi siguió con su alegato: «En aquel acto hablé de escenario democrático porque se estaban desarrollando niveles de interlocución que permitían avanzar que se iba a poner en marcha un proceso de diálogo y de negociación», explicó en alusión al contexto de julio de 2005. Y trajo a colación que aquel intento posterior contó con observadores internacionales de primer nivel y se llevó a cabo en el centro de Europa.
Volvió al presente: «Por escenario democrático entendemos que todos podamos defender nuestros proyectos y hacerlos reales si así lo desea la mayoría. Demandamos condiciones de igualdad. Yo soy independentista vasco, no español, pero la izquierda abertzale se compromete a respetar lo que decida la mayoría. Y pedimos que, por reciprocidad, lo mismo haga todo el mundo». Concluyó por tanto que «estamos deseando confrontar los proyectos y ver cuál es el que tiene la mayoría».
«Cruel e injusto»
La otra parte de la declaración de Otegi, y del propio acto de Zornotza, fue la referida a los presos, intensamente unida al contexto general. Antes que nada, el imputado dejó claro que su presencia en aquel evento de julio de 2005 «no necesita mucha explicación. Gatza es un referente que no existe en el resto de Europa. Llevaba entonces 25 años en prisión y es alguien querido en su propio pueblo y su propio país, y cuya libertad había demandado el Parlamento Vasco. Su situación es absolutamente cruel e injusta, y no tiene parangón en Europa».
Otegi recordó que en 2005 él mismo era miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Gasteiz, que en su día adoptó acuerdos por la excarcelación de los presos enfermos y quienes han cumplido condena -caso de Sagardui- con el único desmarque del PP.
Del mismo modo, Arnaldo Otegi calificó de «lógico en términos políticos y en términos de sentido común» que la existencia de «casi 800 presos en un país de tres millones de personas pone en evidencia la existencia de un conflicto sin parangón en el planeta». Dijo que por eso plantea que «los presos son parte del problema y parte de la solución», y ve claro que serán excarcelados en el transcurso de un proceso democrático.
Hoy, casi cinco años después, Otegi es uno de esos presos. Muchos periodistas y público presente descubrieron ayer que está en huelga de hambre, junto al resto del Colectivo de Presos Políticos Vascos. Ocurrió cuando Jone Goirizelaia pidió que se le facilitara una botella de agua.
Galardi e Irakulis
Como habían anunciado la víspera, Jon Enparantza y Estanis Etxaburu no acudieron a la sesión por su propio pie, de modo que serán juzgados aparte cuando se les detenga. Junto a Otegi declararon las otras dos personas acusadas: Itziar Galardi, que intervino en Zornotza en calidad de amiga de Sagardui, y Josune Irakulis, que figura en el sumario como organizadora.
Galardi explicó a los jueces que ella también estuvo más de 20 años en prisión y que la situación de Gatza ni siquiera es excepcional, ya que «se nos ha denegado sistemáticamente la libertad condicional al cumplir los tres cuartos de condena». Añadió además que los presos «están en la cárcel por luchar por Euskal Herria. También tienen que ser un agente político activo y dar su opinión. En otros procesos también ha sido así», añadió citando a Irlanda. Como a Otegi, la presidenta del tribunal le despidió tras preguntarle si condenaba a ETA. Tampoco respondió.
Irakulis, por su parte, reveló que aquel acto de Zornotza tenía el respaldo de más de 30 colectivos del pueblo, entre ellos viudas, deportistas, cocineros, artistas, ecologistas... «El 80% de los comercios del centro tienen la foto de Joxe Mari hace años», añadió. Sin embargo, para las FSE aquel fue «un acto orgánico» de Askatasuna y, por tanto, una «reunión ilícita» además de un «enaltecimiento». Por ello se piden hasta cinco años de cárcel (la fiscal propone 18 meses).
La juez Murillo incurrió en varias «boutades» para reflejar superioridad sobre los acusados. La más llamativa fue cuando la abogada de Otegi preguntó si podía beber agua al hallarse en huelga de hambre: «Como si quiere beber vino», dijo con desdén.
Antes de la vista se dictó orden de búsqueda y captura contra Jon Enparantza y Estanis Etxaburu, que dieron a conocer la víspera que no pensaban acudir. El tribunal decidió hacer el juicio sin ellos. Los encarcelará y juzgará «cuando proceda».
Etxerat y Sinn Féin se solidarizaron con los juzgados y el partido republicano irlandés señaló que es «contraproducente» para construir un proceso de paz, y demandó la liberación de los encausados para que puedan trabajar en ese sentido.
arnaldo otegi ante el tribunal:
El juicio concluirá hoy mismo, un día antes de lo previsto. El motivo es que varios políticos citados no comparecerán por razones de agenda; así, Joseba Egibar tiene Pleno en Gasteiz. Tampoco estarán Javier Madrazo, Jasone Iraragorri o José Antonio Rubalkaba.