La cuadragésima edición del Foro Económico Mundial comenzó ayer en la estación alpina de Davos (Suiza), con el discurso inaugural del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el que apoyó los planes de Barack Obama de limitar la capacidad de acción de los bancos. Aunque fueron las declaraciones del economista estadounidense que predijo la crisis financiera Nouriel Roubini, las que llamaron la atención horas antes de la intervención del mandatario galo. Roubini, que se ha convertido en un referente para analistas de todo el mundo, consideró a la economía española como «una amenaza inminente para la Eurozona» y valoró que se encuentra ante «un riesgo de desastre».

Roubini, considerado uno de los gurús mas reputados del Foro Económico Mundial, sostuvo que la situación económica del Estado español es un peligro potencial para el euro mayor que Grecia. «Si Grecia cae es un problema para la Eurozona, pero si España cae es un desastre», afirmó desde la localidad suiza a Bloomberg Radio.

Ya ante el selecto auditorio congregado en uno de los debates organizados por los promotores del Foro, Roubini dijo ser pesimista no sólo con Estados Unidos, sino también con la Eurozona, e insistió en que «el problema no es sólo Grecia, es también España, Portugal e Italia. Todos ellos presentan no solo un endeudamiento público creciente, sino un problema de competitividad».

A su juicio, estos estados «aunque resolvieran el problema de la deuda, seguirían teniendo el de la competitividad», y llegó a decir que existe «riesgo de ruptura para la Eurozona», donde se producirá, según sus previsiones, «una separación entre los países mas competitivos y los otros».

Lo cierto es que estas reflexiones no son del todo novedosas y van en la misma dirección de lo que medios y analistas de países como Alemania -tal como publicó GARA en su edición del martes- están difundiendo en las últimas semanas, especialmente después de que el Gobierno español asumiera la presidencia de la UE.

«Qué capitalismo queremos»

Las palabras de Roubini se produjeron horas antes del inicio oficial del Foro a cargo de Sarkozy. El presidente francés defendió en su intervención la regulación del sistema financiero y la intervención estatal durante la crisis, intervención sin la cual, dijo, «todo se habría hundido». «Todos sabemos qué hubiera ocurrido sin la intervención estatal para mantener la confianza y apoyar la industria: el colapso total», Apuntó que durante años se produjo una «depreciación del futuro», al señalar que «sólo contaba el presente», y advirtió de que «seguiremos haciendo correr riesgos insostenibles a la economía, y animando a la especulación, y sacrificando el largo plazo si no cambiamos la reglamentación bancaria, las reglas de prudencia, las reglas contables».

A pesar de estas críticas, dejó claro que «no se tata de preguntarnos por qué sistema vamos a sustituir el capitalismo, sino de saber qué capitalismo queremos», y sobre las intenciones del presidente de EEUU, Barack Obama valoró que «tiene razón cuando dice que hay que disuadir a los bancos de que especulen para sí mismos o de que financien fondos especulativos».