Mientras que el Colectivo de Presos Políticos Vascos se encuentra inmerso en su dinámica de lucha y desde el lunes en huelga de hambre, las localidades vascas acogen cada día decenas de protestas con objeto de denunciar la actual política penitenciaria y mostrar solidaridad hacia sus afectados.

Las concentraciones semanales han cogido más peso si cabe como es el caso de Bilbo, donde el martes se reunieron 200, o en Leioa y Zornotza, donde ayer estuvieron cerca de 70, y 50 en Gros y 100 en Oiartzun.

Sin embargo, también son novedosas las formas de realizar estas protestas. Así, en Altza, una docena de coches recorrieron el barrio donostiarra en coche caravana, mientras que en Irun y Santurtzi han optado por alargar sus concentraciones del último viernes de mes; en la primera estarán durante cuatro horas y en la segunda hasta diez.

Son muchos los ciudadanos vascos que siguiendo el ejemplo de los presos se encuentran en huelga de hambre. El movimiento pro amnistía ha apuntado que una veintena de bilbainos no ingerirán alimentos durante toda la semana, y según denunciaron a GARA han sido expulsados de la Iglesia San Nicolas. En Leioa son ocho los vecinos que están en huelga de hambre y también han sido amenazados por el Ayutamiento con ser desalojados del local en el que se encuentran.

En Durangaldea también se está desarrollando una huelga de hambre que además es rotatoria por toda la comarca.

Al igual que en Bizkaia, en Gipuzkoa también se desarrollarán huelgas de hambre, en su mayoría durante el fin de semana. Según las datos recabados por el movimiento pro amnistia, estas protestas serán en Beasain, Donostia, Oiartzun, Orereta, Pasai Donibane, Ibarra, Azpeitia, Eibar, Soraluze, Mutriku y Arrasate, donde numerosos vecinos comparecieron el martes ante la prensa para dar a conocer esta huelga de hambre.

En Gasteiz han organizado un día de ayuno para mañana, que arrancará a las 9.00 en la Plaza de la Virgen Blanca.

Más allá de los ayunos y las huelgas de hambre, muchos municipios han optado por las encerronas y las acampadas para solidarizarse con los presos.

Sanciones contra familiares

Debido a los cacheos palpados que Instituciones Penitenciarias pretende implantar sólo para los familiares de presos políticos vascos, son muchos los allegados que después de viajar cientos de kilómetros vuelven a casa sin haber podido realizar su vis a vis. En el último balance emitido por Etxerat, que recoge los sucesos acecidos desde el 15 de enero y hasta el 25, contabiliza en al menos medio centenar los presos que se han quedado sin sus respectivos vis a vis en este periodo de tiempo.

Entre los familiares que no pudieron ver a sus allegados presos destacan la compañera y los hijos, de ocho y dos años, de Josu Beamount, que se trasladaron hasta la cárcel de Valencia II, sin poder entrar a la visita que tenían concertada. Pese a que la compañera intentó llegar a un acuerdo primero con los funcionarios y, después, con el jefe de servicio, éstos se negaron a dejarles pasar sin ser cacheados. En Puerto I fueron Unai Mallabia, Iñaki Gracia e Iñigo Gutierrez los que se quedaron sin vis a vis, a la compañera del último los carceleros llegaron incluso a tocarle el pecho, pero le negaron la entrada por protestar.

Algunos familiares además de llevar largos meses sin poder tocar a sus allegados presos están siendo castigados por los funcionaros. Ese ha sido el caso de tres familiares del preso Mikel Jiménez, el de la hermana de Iñaki Armendariz y del hermano de Arkaitz Goikoetxea, todos ellos han sido sancionados con tres meses sin visitas.

Asimismo, Etxerat ha dado cuenta de lo ocurrido a la prisionera política vasca Araitz Zubimendi cuando debía acompañar a su hija de escasos meses al ambulatorio para recibir una inyección. Durante el traslado y por decisión de la Guardia Civil, pretendían que la hija de Zubimendi viajara sola en el asiento delantero, mientras obligaban a la madre a ir esposada en la parte trasera del furgón. Zubimendi se negó y el traslado no se llevó a cabo en esas condiciones; horas más tarde, Zubimendi pudo realizar el traslado al ambulatorio con su pequeña en brazos.

Por otro lado, vecinos de Gasteiz informaron de que a partir de las 20.30 de ayer agentes de la Ertzaintza se personaron en la calle Cuchillería y procediron a retirar en tres establecimientos fotografías de presos políticos vascos, así como pegatinas que hacían referencia a los mismos. Entre lo incautado se encontraba una exposición de pegatinas histórica en el bar Aker Gorri.