Segunda B
Sólo la penuria económica mantiene a Javier Pereira
El público cargó contra el entrenador tras otro partido en el que el rival demostró más fútbol y tablas.
ALAVÉS 1
CELTA B 1
Jon ORMAZABAL
El Deportivo Alavés sigue sin poder entrar en calor y los valientes que en la gélida noche de ayer acudieron a Mendizorrotza cargaron duramente contra Javier Pereira, cuya dimisión pidieron con insistencia. Al término del partido, un nutrido grupo de aficionados se congregó en torno al banquillo local increpando al técnico albiazul, que se retiró a vestuarios a toda velocidad. Dentro del estadio hubo una reunión de urgencia y da la sensación de que la grave situación económica del club es el único factor que le mantiene al frente del banquillo albiazul.
En sala de prensa, el técnico extremeño se enrocó en su contrato, achacó el pobre juego alavesista a la presión, llegó a declarar que juegan más cómodo lejos de Mendizorrotza y dejó la responsabilidad de su posible destitución al Consejo, sabedor del peso de lo económico en la decisión, por mucho que la situación sea insostenible.
El enfado del público y la pérdida de crédito del técnico es entendible no ya sólo por los resultados -ha encarrilado tres partidos consecutivos en casa donde no ha pasado del empate (Lemona, Osasuna B y Celta B)- y la clasificación -el Lugo, cuarto, queda a cinco puntos y tiene un partido menos-, sino porque la imagen del equipo sigue siendo paupérrima y prácticamente todos los rivales que pasan por el coliseo albiazul parecen superiores al Alavés.
Ayer mismo, pese a su juventud, el Celta B pareció tener muchas más tablas y se mostró como un equipo mucho más sólido y con muchas más respuestas. De hecho, la victoria estuvo más cerca del bando visitante que del local, y Montero, que sustituyó a Pagola en la portería, tuvo tres grandes intervenciones salvadoras.
De lo malo malo, el gol de Joseba Arriaga sirvió minimizar el gol con el que se adelantó el filial celtiña.