Ayer se celebró en Bilbo el juicio contra los cinco jóvenes acusados de «alteración del orden público», «injurias» y «daños a un bien privado», por resistirse a abandonar el gaztetxe de Itzubaltzeta, en Getxo, durante el violento desalojo llevado a cabo por la Ertzaintza en setiembre del año 2004. Otras tres personas que permanecieron en el exterior del gaztetxe también están encausadas. Después de la vista oral, la Fiscalía mantuvo su petición de 21 meses de prisión para cada uno de los imputados; ahora, sólo falta la sentencia del juez.

Los imputados calificaron el juicio de «vergonzoso» y destacaron que viene «repleto de irregularidades». Curiosamente, una de los cinco jóvenes no estaba en el gaztetxe cuando ocurrió el desalojo, «ni siquiera conocía el lugar». Al parecer, ésta se encuentra imputada debido a un error del ertzaina que los identificó, porque «debió de coger mal los datos». Ayer, los otros cuatro declararon que no conocían a esta persona; incluso el joven que sí se estaba en el edificio el día del desalojo declaró como testigo que era él la quinta persona, ya que después de cinco años su «delito» ya había prescrito.

Por otra parte, durante la vista los ertzainas declararon que los encausados «arrojaron piedras» y «cruzaron contenedores», algo «imposible» para el imputado ya que ellos se encontraban dentro del edificio.

En el desalojo ocurrido en 2004 la Ertzaintza arremetió contra el centenar de personas que se congregaron en el exterior del edificio, en una actuación que dejó decenas de contusionados, entre ellos un joven con la cabeza abierta y otro con la nariz rota, según recordaron los imputados. A pesar de ello, en el juicio la acusación responsabilizó a éstos de los destrozos producidos en la carga.

Tras el llamamiento realizado por los encausados, alrededor de 25 jóvenes se personaron ayer en el Juzgado de la capital vizcaína para seguir en primera persona el juicio, que quedó visto para sentencia.