El 93% de los asalariados ha sufrido una baja en los últimos quince años
Hace quince años entró en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. En ese plazo, en Hego Euskal Herria se han producido 924.636 accidentes laborales con baja y otros casi 700.000 accidentes sin baja. El 93,3% de los asalariados ha sufrido desde 1995 una baja laboral, de los que, al menos, 1.892 han perdido la vida. Los accidentes van reduciéndose, pero de forma lenta, y en 2009 bajaron más por la reducción de la actividad que por la prevención.
Juanjo BASTERRA |
El viceconsejero de Trabajo de Lakua, Carlos Zapatero, valoró ayer, en presencia de Pilar Collantes, directora general de Osalan, que en quince años de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) «se ha avanzado mucho». Las empresas -sostuvo- impulsan la formación, la información y la participación de los representantes de los trabajadores», y consideró muy importante para avanzar en este terreno el desarrollo de la mesa de diálogo social, impulsada por el Gobierno de Patxi López.
Afirmó, asimismo, que con la crisis «no se ha transmitido que las empresas hayan hecho recortes en materia de prevención de riesgos laborales», aunque concedió que «se ha avanzado mucho, pero falta por hacer».
Pilar Collantes explicó que en el ámbito de Osalan -Araba, Bizkaia y Gipuzkoa-, en 2009 se produjeron 39.208 accidentes laborales con baja, lo que supone un descenso del 19,54%. Según sus datos, 62 fueron accidentes de carácter mortal, cifra inferior a los 77 fallecidos en 2008, como indicó la directora de ese organismo. Destacó, por otro lado, que la incidencia de los accidentes en la mujer está incrementándose y que «a medida que va ocupando más espacio en el mercado laboral, también aumenta el sufrimiento». Además, se produjeron casi 56.000 accidentes laborales sin baja, lo que suma 95.177 accidentes de trabajo el año pasado.
Sufrimiento y muerte
Según los expertos, la elevada siniestralidad supone una falta de aplicación de la prevención y la seguridad en los centros de trabajo. Si se miran los datos con una cierta perspectiva y nos referimos a Euskal Herria, es evidente la gravedad de lo que está ocurriendo en materia de salud laboral en los centros de trabajo. En quince años de Ley de Prevención de Riesgos Laborales más de 924.636 trabajadores -a falta de los datos cerrados de Nafarroa de 2009- han sufrido un accidente de trabajo con baja. Supone que el 93,3% de los asalariados de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa ha estado de baja, pero se han producido otros 700.000 accidentes sin baja, lo que suma un total de 1.609.780 accidentes de trabajo en quince años. En este plazo, han fallecido un total de 1.892 trabajadores, un alto precio que la clase trabajadora está sufriendo por acudir a ganarse el pan.
Todos los representantes de los trabajadores han reconocido que existen unas causas que se están haciendo estructurales, como la precariedad laboral, los altos ritmos de trabajo, los encadenamientos de empleos sin formación ni información, por lo que los avances pueden catalogarse de tímidos y, como reconoció Collantes, influenciados por «la baja actividad económica por la crisis».
La directora de Osalan adelantó que se realizará un estudio para conocer el desvío de enfermedades profesionales al sistema público, ya que el año pasado no pasaron de 2.600 bajas.
En el acto se presentó el manual de las normativas de prevención en la Construcción.
Osalan ha reconocido el origen profesional de las «graves enfermedades pulmonares» de dos jubilados de las empresas CAF y Fundición Sarrialde, ya desaparecida, según explicó ayer CCOO.
Según detalló esta central sindical, el trabajador de CAF, identificado como T.A.G., de 67 años, está afectado por un «mesotelioma» y trabajó «toda su vida en la empresa, que reconoce su exposición al amianto, aunque no procedió a comunicarlo a Osalan», lo que «hubiera posibilitado la detección precoz de la enfermedad, mediante la vigilancia sanitaria post-ocupacional», como explica CCOO.
El operario de Fundición Sarrialde responde a las iniciales V.C.F., de 60 años. Está afectado «de placas pleurales y múltiples adenopatías con pérdida de volumen del hemitórax derecho o fibrosis». Trabajó como moldeador en la fábrica de Urretxu desde 1963 a 1993, fecha en la que la empresa cerró.
CCOO ha explicado que durante este tiempo, el trabajador «estuvo en contacto con sílice cristalina y amianto, por lo que la relación causal de la exposición y la enfermedad resultan evidentes». Según la central, Osalan intentará realizar un listado de las personas que estuvieron en contacto con estos materiales y que ya están jubiladas, para incluirlas en plan de vigilancia sanitaria por exposición a la fibra cancerígena. Ha pedido a los ex trabajadores de la desaparecida Sarrialde (Urretxu) que estuvieron en contacto con sílice y amianto que se registren para ser incluidos en el sistema de control médico y poder detectar si existen más afectados por el mineral cancerígeno. J. BASTERRA
