Maite SOROA | msoroa@gara.net
El retorno de Juan José Ibarretxe
El domingo Juan José Ibarretxe reapareció en Bilbo y las plumas más conspicuas de la prensa unionista se afilan. No les gusta. Según Tonia Etxarri ayer en «El Correo Español», Ibarretxe «ha vuelto con el mismo disco de su plan de nacionalismo obligatorio». Aquí, Tonia, lo único obligatorio es llevar un carnet de identidad español. Revisa la cartera.
Se esmera en describir a Ibarretxe: «El lehendakari más nacionalista de todos los tiempos, con permiso de Garaikoetxea (al final Ardanza resultó tan `transversal' que lo llegaron a considerar un blando), el más empecinado en `abertzalizar' a todos los vascos y vascas. El que se aupó a la presidencia del Gobierno vasco con la ayuda de los votos del entorno de Batasuna, ha vuelto». Ya mentó a la bicha.
No se pierdan el siguiente párrafo: «El caso es que el lehendakari desplazado ha vuelto (...) justo el mismo día en que se conmemora el quinto aniversario de la fecha en la que la soberanía del Congreso de los Diputados hizo valer su poder sobre la voluntad de los parlamentarios vascos y el sueño de Ibarretxe quedó en agua de borrajas». Y la voluntad de las vascas y vascos de la Comunidad Autónoma Vasca, también. Para eso sirve la democracia a la española.
Pero como vivimos en un oasis verde, fértil y maravilloso, Exarri nos cuenta que «el tiempo va pasando y cuenta a favor de Patxi López porque la ciudadanía se va acomodando». Por eso no se atreve a convocar elecciones libres, por eso tiene que recurrir al apartheid para mantener el sillón, por eso...
Da la impresión de que hay una corte de columnistas que tratan de mantener la moral de López. Lean, lean: «Los sondeos que manejan los socialistas hablan de cierta `tendencia a la estabilidad' del Gobierno de Ajuria Enea. De ahí su aparente arrogancia cuando dicen que las tendencias de la encuesta del Euskobarómetro, de la que sigue alimentándose el PNV, está ya superada. Del refuerzo al apoyo mayoritario a la Constitución siguen sin decir nada los nacionalistas pero en Ajuria Enea se tiene en cuenta este dato, que creen fundamental para sopesar que el grado de afección al autonomismo se va asentando». Lo tienen fácil: que pregunten al pueblo. Pues no.