Dos días después de la evocación de una posible tregua entre las fuerzas de seguridad yemeníes y los rebeldes chiítas, en el día de ayer volvieron a registrarse enfrentamientos, informaron fuentes militares.

El sábado, el líder de los rebeldes, Abdel Malek al-Huti, anunció que aceptaba las condiciones de Sana'a, pero exigió el «fin de la agresión» del Ejército. Al día siguiente, el Gobierno se declaró dispuesto a suspender la ofensiva si se aceptan sus condiciones, entre las que destacan el compromiso de no atacar a Arabia Saudí y de liberar a los prisioneros yemeníes y saudíes.

Protestas en el sur

Por otro lado, cientos de yemeníes se manifestaron en dos ciudades del sur para exigir la liberación de los detenidos en las protestas independentistas previas, mientras que el Partido Socialista Yemení (PSY), en el poder en el antiguo Yemen del Sur y ahora en la oposición, anunció que uno de sus dirigentes habría muerto al recibir un disparo el pasado viernes.

Testigos afirmaron que las protestas de Zanjibar y Daleh acabaron en choques con la Policía, que se saldaron con heridos e, incluso, muertos.

Yemen del Sur ya era un estado independiente antes de 1990 y sus habitantes se quejan de la continua discriminación por parte de Sana'a.