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«Los transgénicos son tanto o más seguros que los alimentos normales»

«Alimentos transgénicos. Argumentos a favor y en contra», fue el título del cara a cara mantenido hace unos días, organizado en Bilbo por la Asociación vasca de Pediatría de Atención Primaria. Esta experta, premiada en diciembre por la Sociedad Internacional de Bioética por un estudio sobre el uso de estas semillas en la agricultura ecológica, defendió el sí a esta tecnología.

Mertxe de Renobales Scheifler
Premio de la sociedad internacional de bioética
Profesora en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la UPV-EHU, es una conocida defensora de los organismos modificados genéticamente. Dirige también el grupo de Calidad y Seguridad de Quesos de Oveja de la misma facultad gasteiztarra.

Joseba VIVANCO | BILBO

Transgénicos sí, transgénicos no. ¿La toma de una postura es tan sencilla o está sujeta a matizaciones?

En la vida las cosas nunca son blancas o negras, sino que hay una gama de grises entre los dos extremos. Sabiendo que las panaceas no existen en este mundo, la tecnología transgénica es otra herramienta, muy poderosa además, para mejorar muchos aspectos de los cultivos que nos sirven de alimento. Pero será necesario utilizarla con responsabilidad. Desde mi punto de vista, esto quiere decir que los alimentos se deben producir en cantidad suficiente y con adecuada calidad nutricional, preferiblemente allá donde se necesitan, para que estén accesibles a las poblaciones locales y contribuyan a su desarrollo. No encuentro razones para oponerme a la utilización de estos cultivos, así por principio, aunque puede suceder que en algún sitio concreto, por razones concretas, no sea recomendable utilizarlos en un momento dado.

En su caso, está a favor porque...

Porque esta tecnología nos permite conseguir, en menos tiempo que con tecnologías convencionales, cultivos tan seguros como los convencionales, o más en algunos casos, y a la vez con características agronómicas que facilitan su cultivo, haciéndolo menos agresivo para el medio ambiente que muchas prácticas agronómicas tradicionales. Junto con el conocimiento de las secuencias de los genomas de los principales cultivos, se pueden mejorar los cultivos según las necesidades. Por ejemplo, se ha descubierto un gen que controla la respuesta de la planta a la temperatura exterior, lo que seguramente permitirá acelerar la adaptación de los cultivos al cambio climático que parece que tenemos encima. Incluso la tecnología transgénica nos permite diseñar mejores cultivos ecológicos: por ejemplo, cultivos que necesiten considerablemente menos cantidad de nitrógeno, menos fertilizante, para su correcto desarrollo. ¿Por qué desaprovechar las ventajas que ofrece esta tecnología? ¿Seguimos como estamos, a pesar de los problemas que plantean las actuales tecnologías agrarias convencionales?

Afirman quienes los defienden que se trata de los alimentos que más controles pasan, más que cualquier otro que nos llevemos a la boca...

Es totalmente cierto. Las entidades que solicitan autorización para su comercialización tienen que presentar un abultado dossier con gran cantidad de resultados. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha publicado unos documentos guía, detallando todos los tipos de pruebas que se deben realizar para poder determinar su inocuidad. Pero en ningún país del mundo hay ninguna ley que obligue a evaluar los cultivos o alimentos convencionales, incluídos los ecológicos, desde el punto de vista de la salud de los consumidores y del medio ambiente, ni antes ni después de su comercialización. Hemos encontrado en la literatura científica hasta tres casos de cultivos convencionales que en las décadas de 1970 y 1980 se tuvieron que retirar al poco de su comercialización porque resultaron tóxicos para los consumidores. En cambio, de todos los cultivos transgénicos autorizados hasta el momento, tanto en EEUU y Europa, ningún de ellos ha tenido ningún efecto negativo en la salud de los consumidores.

¿Hasta qué punto, entonces, pueden ser o no perjudiciales para nuestra salud?

Mire, en mayo de 2009, la Oficina Federal Alemana de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria publicó un informe en respuesta a una petición de la Comisión Europea sobre la posibilidad de riesgos potenciales a medio y largo plazo, entre 10 y 20 años. Estudiaron más de 100 publicaciones científicas y consultaron con 52 expertos en temas de salud para tratar de determinar los posibles efectos de los cultivos transgénicos para la salud de los consumidores y del medio ambiente. Concluyen que, a día de hoy, después de 13 años de constante aumento en la superficie de cultivo, no se han constatado efectos negativos para la salud humana, ni para el medio ambiente, derivados del consumo de alimentos transgénicos, a pesar de que hay más de 50 comercializados en todo el mundo. Por tanto, concluyen que la probabilidad de que surja algún problema a largo plazo es despreciable.

¿Hay, entonces, suficientes estudios que garanticen esa inocuidad o siguen, al contrario, las incertidumbres?

Como acabo de decir, nada más que en este informe reciente se han examinado más de un centenar de publicaciones científicas. ¿Cuántas se necesitan para probar que son tan seguros, o tan inseguros, como los convencionales?

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