La Policía afgana mató ayer «por error» a siete menores que estaban recogiendo leña en la provincia de Kandahar al confundirlos con combatientes talibán. Seis agentes fueron detenidos.

El suceso ocurrió durante la noche en el pueblo de Spin Boldak, ubicado en un área que sirve de entrada a militantes talibán para infiltrarse desde Pakistán. Tras abatir a los menores, los agentes comprobaron que lo que creyeron que eran armas era sólo leña.

La muerte de civiles es un tema delicado en Afganistán, donde en 2009 fallecieron más de 2.400 en combates entre tropas afganas y extranjeras y grupos armados. El presidente, Hamid Karzai, ha advertido que ello socava el apoyo a su Gobierno y a las tropas ocupantes.

«No» talibán a Karzai

Los talibán expresaron ayer su rechazo a la «vana» y «ridícula» oferta de reconciliación planteada por Karzai para poner fin a años de guerra entre insurgencia islamista y el Ejército afgano apoyado por las tropas extranjeras. Sin embargo, sí manifestaron su disposición a hablar de la implantación de un Estado islámico.

«No es la primera vez que el régimen de Kabul y los países invasores quieren arrojar polvo a los ojos de la opinión pública mundial anunciando una reconciliación de palabra mientras, en la práctica, se preparan para la guerra», indicaron los talibán en un comunicado colgado en su web, alemarah.info.

«De igual forma, plantean condiciones que suponen una escalada de la guerra en lugar de su final. Quieren que los muyahidines (combatientes) entreguen las armas, acepten la Constitución y renuncien a la violencia. Nadie puede llamar a esto reconciliación», añade.

Rechazan el apoyo extranjero a Karzai, que tildan de «disparate» que busca convencer a quienes se oponen a la guerra en los países occidentales de que sus líderes buscan la paz, a pesar de que se preparan para una nueva ofensiva en Helmand.