«Sé que hay muchos accidentes laborales que se ocultan»
La próxima semana se desarrolla en Donostia un congreso sobre la Construcción. Osalan ha organizado el evento. Pilar Collantes reconoce que hay muchos accidentes, pero insiste en que los accidentes mortales han iniciado un descenso estructural a la baja. La crisis tiene mucho que ver.
Juanjo BASTERRA |
Pilar Collantes lleva algo más de seis meses al frente de Osalan tras haber ha dado el salto desde la Ejecutiva de UGT-Euskadi. Dice que los empresarios le acusan de que «me sale la vena sindicalista», pero desde el otro lado se sostiene que este organismo, como cualquier otro departamento de gobierno, está aliado con la patronal. La falta de presión hacia los empresarios en materia de seguridad y salud en el trabajo así lo atestiguan en 14 años de Ley de Prevención de Riesgos Laborales, aunque Collantes no está de acuerdo con esa tesis.
¿Qué se plantea al frente de Osalan?
Este año termina la estrategia 2007-2010 y tenemos que escribir la siguiente, de 2011 a 2014. Estamos pensando un poco a futuro. Va a tener elementos que me interesan, como es la investigación. Este organismo tiene que trabajar en prevención. Tenemos que dejar de ser un poco los que certificamos las muertes por accidente o enfermedad profesional y trabajar en la prevención, Va a ser un eje fundamental, porque estamos hablando en prevención de muchos daños: silicosis, amianto, pero también de los riesgos a futuro como nanopartículas, que son temas en los que los trabajadores están expuestos y lo van a estar en el futuro.
¿Qué más líneas de actuación pondrá sobre la mesa?
Las formación es otra, y la necesidad de la concienciación de la sociedad es un elemento que nos preocupa. Hay bastante sensibilidad social sobre los accidentes de tráfico y la violencia machista, pero con los accidentes laborales parece que pensamos que no nos afecta.
¿Por qué?
Porque la concienciación no ha llegado a la sociedad. La cultura preventiva la trabajamos muchísimo en los centros de trabajo, pero no fuera.
¿La Administración ha fallado porque no actúa de la misma manera con los accidentes de tráfico y la violencia sexista?
La concienciación hay que trabajarla más. Desde luego la Administración tiene un papel fundamental en ese aspecto, pero también lo tenemos todos. En la medida que seamos capaces de llegar a acuerdos, la sociedad visualizará que estamos todo en esa línea.
Se cumplen los 14 años de entrada en vigor de la LPRL, ¿qué balance hace de su grado de cumplimiento y satisfacción?
El texto de la ley no es malo. Es una buena ley. Hay muchos accidentes, pero estructuralmente descienden.
En ese plazo, y en el ámbito de Osalan, se han producido 1,4 millones de accidentes, casi la mitad con baja, lo que supone más de la población ocupada; 7.116 fueron graves y, lo que es peor, 1.241 trabajadores fallecidos. ¿Dónde ve la mejora?
Hace falta que esos pasos que se están produciendo de descenso estructural sean más grandes. Por ser positiva, los mortales bajan, también los graves. Sé que hay muchos accidentes leves que están enmascarados, que son graves y no se declaran como tal. En función de que la cultura preventiva sea una realidad eso tiene que ir aflorando.
Y leves que no se declaran.
Claro. Las cifras te lo dicen. Estamos hablando de 95.000 accidentes de trabajo en 2009. Sólo los de sin baja han subido. Tiene que ver con el mundo laboral. Si incidimos en investigación, en que afloren las enfermedades, en formación de los trabajadores, mejoraremos. Hay que tener en cuenta que un 17% de los accidentes se producen entre inmigrantes y que casi un 38% de los accidentes se producen en la subcontratación, todo eso nos marca el perfil del accidentado.
¿No sería más efectivo hacer cumplir la ley a los empresarios en vez de abundar en el recurso de la concienciación como si fuera una pócima milagrosa?
Eso hay que hacerlo con vigilancia y control. No queda otro remedio para mejorar.
Entonces, los datos de la elevada siniestralidad en este plazo demuestran precisamente que ha fallado la vigilancia y el control que usted indica.
No, no. No es que falle la vigilancia y control.
Con 95.000 accidentes en un año. ¿no falla nada?
Hay que pensar en la diversidad del tejido industrial. Las grandes empresas tienen mucho más control, por exigencias de calidad, pero al pequeño y mediano empresario hay que ayudarle. Tiene bastantes problemas económicos para, además, añadir otros más.
En 14 años que no han tenido problemas económicos, que han obtenido beneficios récord, tampoco lo han hecho, ni unos ni otros.
Cierto. Pero la integración de la prevención de riesgos laborales debe ser una realidad. El empresario debe concienciarse de que por el hecho de invertir en seguridad no pierde productividad, sino todo lo contrario. Mejora.
Los expertos lo han repetido 85.000 veces.
Todos lo hemos hecho.
¿La realidad demuestra que los empresarios no hacen los deberes en este tema?
Hay que hacerlo. Hemos hecho todo lo posible en el control. Tenemos ya técnicos habilitados y este año llegaremos a los 60. Tardan en lograr los requisitos legales para operar, porque hay que facilitarles un curso, luego deben contar con dos años de experiencia y así, según van entrando, se les incorpora como técnicos habilitados.
Con los 60 técnicos habilitados de Osalan y los cuarenta y tantos inspectores dependientes del Gobierno de Madrid, ¿todavía se está muy por debajo de los datos de la Unión Europea de un inspector por 7.000 trabajadores?
Todavía sí. Con estas incorporaciones en 2010 estaremos en uno por 12.000 trabajadores. En este tema hay que ser más explicito, porque no me vale que uno tiene que visitar a 100.000 empresas, sino que se debe especificar, dónde se debe realizar la vigilancia y el control de sectores donde los accidentes y las enfermedades tienen mayor incidencia.
¿Cuántas empresas hay que tienen accidentes?
Muchas. Si hablamos de 95.000 accidentes, muchísimas. El problema no lo obvio.
¿En cuántas se repiten accidentes o tienen niveles más altos que la media ?
No sabría decir, porque mezclamos criterios de control, pero la cifra andaría entre 2.000 y 3.000 empresas.
¿Se está produciendo una elevada permisibilidad hacia los empresarios? ¿Por qué no se actúa como en los accidentes de tráfico y en la violencia sexista?
La medidas coercitivas están ahí, son cantidades económicas. Vamos a incidir en sectores my concretos.
¿Cuántas empresas se van a controlar?
Más de 5.000 en Construcción. Hay que tener en cuenta que no son de una visita, sino varias en distintas ocasiones. Otras 1.100 visitas al sector primario, la Industria y los Servicios, lo que unido a las campañas concretas estaremos en unos 7.000 controles directos para mejorar que se cumpla la prevención.
¿Se ha marcado un objetivo concreto de reducción de accidentes y enfermedades profesionales?
No. En las enfermedades profesionales el objetivo es que afloren. Van creciendo exponencialmente las denuncias y vamos a intentar hacer un mapa de la enfermedad profesional,para conocer las cantidades económicas que se están desviando a enfermedad común.
¿Todavía no existe ese mapa?
No, y no es difícil de hacer. Estamos empeñados porque te lo marca el cáncer, no sólo el amianto, sino la silicosis, o las musculoesqueléticas que tienen una componente femenina muy directa.
¿No afloran porque hay mucho interés económico por detrás?
Sí, muchísimo. La realidad de la enfermedad profesional es impresionante. Es un alto nivel de las enfermedades que pasan por los centros de salud. Nadie da cifra, porque es disparatada.
¿Se está potenciando el fraude, al desviar enfermedades profesionales a enfermedades comunes, es decir ,que corren a cuenta de la sanidad pública en vez de ser pagadas por las mutuas o las empresas por su carácter laboral?
Claro. Tenemos que mirar más allá. No es cuestión de «enmierdar» a la empresa o a la mutua, pero sí es una realidad. Creo que la propia Seguridad Social debería de dar otra dimensión al problema.
¿Cómo?
Tendría que actuar, crear esos fondos de compensación, que tanto se habla y desde hace tanto tiempo, sin que aquí se haya tomado cartas en el asunto. Es básico.
¿Los empresarios también tendrían que aportar a ese fondo?
Claro, efectivamente. La responsabilidad hay que exigirla a quien la tiene Tampoco digamos que si la empresa paga, está resuelto. No se va a resolver así, sino cuando la asistencia médica y, en este caso, la Seguridad Social actúe frente a la enfermedad profesional, que no tenga que ir reconociéndose con cuentagotas por la vía de la Justicia. Es necesario establecer un fondo de compensación y ver hasta donde llega problema del amianto, la silicosis y otras enfermedades.
¿No se quiere reconocer?
No sale la gravedad del problema no porque no se quiera, sino porque no se sabe dónde va a llegar. Ya lo han hecho Francia y Alemania, entre otros, vamos a ver lo que han hecho, y el coste económico del fondo. Quizás no es el mejor momento, pero nunca es mejor momento para estas actuaciones. Queremos mejorar desde el minuto cero, con los protocolos que hay firmados entre Osakidetza y Osalan para que se vean los resultados de la vigilancia cuanto antes.
«La concienciación hay que trabajarla más. Desde luego la Administración tiene un papel fundamental en este aspecto, pero también lo tenemos todos»
«Las enfermedades profesionales no afloran en toda su dimensión, porque hay muchos intereses económicos por detrás. La Seguridad Social debe tomar cartas en el asunto»
«Entre dos mil y tres mil empresas tienen accidentes más elevados que la media. No obstante es difícil contabilizarlas porque se mezclan criterios de control»
Una de las críticas de ELA y LAB por el acuerdo de LOTU para actuar en el sector contra la siniestralidad en la Construcción fue que se adoptó en la mesa de diálogo social, obviando al Consejo General de Osalan y porque no va a la raíz de los problemas. ¿Hubo miedo a adoptarlo en Osalan?
No, porque tiene mayoría suficiente. LAB y ELA siempre han puesto por delante una serie de situaciones que no son de seguridad y salud. ¿Por qué les da tantos problemas hablar y llegar acuerdos? Cuando hablamos, se llega a acuerdos, pero ellos dicen que no hay diálogo social. La verdad, no lo entiendo.
¿Por qué no se acordó en Osalan?
Eso lo dirige directamente el Departamento de Trabajo, que ha entendido que hay temas que deben tratarse en la mesa de diálogo social, que superan a Osalan, porque se tienen que hablar de otra forma. Pero pasará por Osalan.
¿Es hacer un poco de trampa?
No. Las campañas que hago no van al consejo de Osalan. No son decisión del consejo, aunque siempre se pasa información. El problema es que ellos [por ELA y LAB ] no están donde deberían de estar. Pero se debe saber que el Consejo de Osalan va a ser informado de todo el proyecto. Antes de su presentación pública el 13 de enero, ya se informó a los miembros de Osalan. Son situaciones que hay que entenderlas en su contexto muy complicado.
En Osalan hay más representatividad que en la mesa de diálogo.
Cuando informo del proyecto en diciembre no hay documento, sino que un trabajo previo que se había hecho desde Confebask con Osalan. El documento final se propuso a posteriori por la consejera Gemma Zabaleta, tras ser aprobado por la mesa de dialogo social. Ahora se debe desarrollar y es cuando pasará por el consejo general de Osalan para que se conozca al detalle.
¿Se da demasiado protagonismo a los empresarios en estos temas cuando la realidad está demostrando que no hacen mucho por la prevención de riesgos?
No lo creo. Es muy difícil que estén todos los agentes y tomen acuerdos. Si todos nos sentásemos para hablar de seguridad y de salud en el trabajo, y dejásemos el resto de temas al margen, creo que alcanzaríamos una línea de acuerdo, porque, al fin y al cabo, todos pensamos lo mismo en este tema. Juanjo BASTERRA