La experimentación formal arrasa en los premios de Punto de Vista
El fallo del jurado de Punto de Vista cayó del lado más experimental. La cinta de Ben Russell sobre Surinam, compuesta por 13 planos de 10 minutos, fue elegida la mejor película y el colectivo Los Hijos recibió el premio Jean Vigo por una «arriesgada combinación» de reflexión y conciencia en su búsqueda de nuevas posibilidades dentro del cine escrito.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Punto de Vista premió ayer la innovación formal por encima del contenido. Las apuestas más arriesgadas y vanguardistas coparon los premios del festival de documentales de Iruñea, mientras que las películas con grandes historias como «American Alley» o «The man who electrified Rusia» se quedaron fuera del palmarés. La vencedora fue una película indefinible, «Let each one go where he may», del estadounidense Ben Russell. Mientras, el colectivo Los Hijos se hizo con el premio a la mejor dirección por «Los materiales».
El jurado valoró la «valiente y apasionada inmersión en el Surinam post-colonial» de Russell y, sobre todo, «su innovadora coreografía cinematográfica». «Let each one go where he may», con un metraje de dos horas y cuarto, consta de tan sólo 13 planos, todos ellos de 10 minutos, la duración máxima que permite la cámara con la que rodó. Según explicó el director, este montaje pretende «generar una nueva experiencia del tiempo y el espacio en el espectador». La cámara, montada sobre una steadycam para estabilizar la imagen, persigue a dos hermanos hasta los poblados de los maroons, los descendientes de esclavos que se escondieron en Surinam. En el poblado, Russell es testigo de una fiesta en la que maroons disfrazados con máscaras de látex de brujas y monstruos simulan las violaciones sufridas a manos de los blancos cuando eran esclavos.
El otro gran rasgo formal que caracteriza la película es una total ausencia de diálogos. Russell, pionero de la llamada antropología experimental, intenta evitar «la falsa sensación que puede tener el público de entender qué es lo que pasa».
El premio Jean Vigo al mejor director recayó en el colectivo Los Hijos por «Los materiales», un trabajo sobre el pueblo de Riaño, anegado a finales de los 80 por la construcción de un pantano. Punto de Vista valoró «la arriesgada combinación que propone entre reflexión histórica, conciencia del presente y utilización de los medios cinematográficos». En «Los materiales» el toque vanguardista viene de la utilización de subtítulos para integrar en la imagen las reflexiones que asaltaron durante el rodaje a los tres cineastas que se esconden detrás del colectivo Los Hijos (Javier Fernández, Natalia Marín y Luis López).
Cortos y menciones especiales
En el apartado de cortos, el ganador fue Lluís Escartín con su obra «Amanar Tamasheq» sobre los tuareg en Mali. Escartín también recurre al subtítulo como herramienta de innovación integrando en las imágenes el texto de una entrevista que sólo se escucha durante 30 segundos.
El palmarés se completa con dos menciones especiales. «The darkness of the night» aborda un tema tan espinoso como el suicidio a través del diario de un amigo del director que acabó voluntariamente con su vida. Por su parte, la francesa «The plein pais» se interna en la vida de un enfermo mental que lleva 30 años esperando el fin del mundo en un bosque.
Punto de Vista y la Fundación INAAC financiarán con 8.00o euros el proyecto sobre la fugacidad de la vida «Notas de lo efímero», de Chus Domínguez. La película se proyectará en el festival del año que viene.
Las votaciones del público se decantaron por «Sweetgrass», el filme de Ilisa Barbash y Lucien Castaing-Taylor. Esta película recoge el viaje de unos pastores con su rebaño de ovejas a través de una cañada que surca los bosques de Montana, en EEUU. Barbash, cineasta y antropóloga, realiza una elegía al oeste americano en la que rehuye de todo sentimentalismo para reflejar con una mirada cruda la violencia inherente en la naturaleza y la vulnerabilidad del ser humano. La inmensidad del paisaje de los montes de Absaroka-Beartooth, donde las ovejas pastan los meses de verano, retratada con mimo a través de una cuidada fotografía acabaron por cautivar al público de Iruñea.
A.I.