La impresión que traspasa las pantallas planas es que en cuestiones de utilización del cuerpo femenino como reclamo publicitario o para tener mejores audiencias estamos en un punto de retroceso. Es decir si cada programa nuevo que llega a nuestras pantallas está encabezado por una o varias mujeres guapas, esbeltas, desinhibidas, dispuestas salir vestidas como un anuncio de productos de depilación, algo está empezando a fallar. No llega a la pantalla ni una sola mujer que no entre dentro de los cánones de belleza actual, que no tenga unas piernas impresionantes que las muestran sin reparos y que no despierte adhesiones masculinas incondicionales desde su primera aparición. Esto no debería ocultar otra realidad: muchas de estas mujeres, además de estos atributos físicos, están muy bien amuebladas mentalmente, su inteligencia está por encima de la media general, tiene agilidad verbal, fundamentos profesionales suficientes como para no necesitar de esas supuestas «armas de mujer» para llegar a ocupar esas plazas. Los varones con que sepan llevar bien la corbata o su peinado no provoque muchos males de cabeza a las peluqueras ya es suficiente. Hay que volver a tensar las cuerdas sobre estos asuntos .

«Lo que diga la rubia» es un programa encabezado por Luján Argüelles que esta semana ha puesto en antena Cuatro y que puede haberse despedido ya. No ha levantado cabeza. En Tele 5, en horario de acceso al prime times, se estrenó el jueves «Fresa ácida» en la que tres mujeres en el plató rodeadas de público hacen un espectáculo presentando unos vídeos que deben entenderse como de crítica. El problema es que hay demasiado barullo; una rubia, una morena y una castaña en medio. Las de los laterales mostrando con descaro sus minifaldas, subiéndose a la mesa, bailando. Espectáculo que tapa el contenido de lo que nos ofrecen en las aparentes denuncias. Y quizás, quizás, sin tanto ruido, lo que nos quieren mostrar podría interesar. No pinta bien. Puede ser otro fracaso de Carmen Alcayde. Para los resultados de Sofres no es suficiente poner morenas o rubias, que están en casi todo, incluso en los noticiarios y los deportivos. Hace falta algo más.