
Calder�n desoye la exigencia de la sociedad civil de retirar al Ej�rcito de Ciudad Ju�rez
El presidente mexicano present� un plan para �salvar� a Ciudad Ju�rez, la m�s violenta del pa�s, que pretende combinar la participaci�n ciudadana y la permanencia del Ej�rcito, en medio de los reclamos de los padres de los quince j�venes muertos por sicarios el 31 de enero.
GARA |
El presidente mexicano, Felipe Calder�n, ofreci� el jueves sus �sentidas disculpas� a los padres de los j�venes masacrados hace doce d�as en Ciudad Ju�rez, a los que tach� de �pandilleros�, mientras la sociedad civil le reclam� cambios en la pol�tica de seguridad que se aplica en la ciudad. Calder�n respondi� tajante a la petici�n de la sociedad civil de retirada de sus tropas: �El Ej�rcito no se retira de Ciudad Ju�rez�, y exigi� pruebas de los abusos denunciados.
Calder�n se comprometi� a enviar a Ciudad Ju�rez otros 2.600 agentes federales y 400 de inteligencia y an�lisis, que se sumar�n a los 2.000 que ya hay, para dar respuesta al aumento de las muertes violentas en una de las ciudades m�s peligrosas y violentas del pa�s. Unas 250 personas han perecido en esta ciudad en lo que va de a�o y 2.600 fueron ejecutadas en 2009.
Aunque admiti� no ser lo suficientemente �irresponsable� como para pensar que el problema de inseguridad en Ciudad Ju�rez se puede resolver en quince d�as, insisti� en respaldar su estrategia de sacar al Ej�rcito a la calle a combatir el narcotr�fico, criticada por sectores de la sociedad.
Durante un encuentro con representantes de la sociedad civil para presentar un paquete de medidas, �stos le pintaron el negro panorama que vive esta urbe, y denunciaron abusos de los militares desplegados all�. Una portavoz de las organizaciones de derechos humanos, Patricia Galarza asegur� que hay m�s de mil casos documentados de desaparici�n forzada, tortura, ejecuciones extrajudiciales y robos cometidos por elementos del Ej�rcito y las fuerzas federales.
�Lo que ocurre en Ju�rez -afirm�- es un delito de lesa humanidad�, porque, seg�n explic�, �vive una cat�strofe: impunidad, violaci�n de los derechos humanos, indolencia, corrupci�n y la incorrecta intervenci�n de pol�ticas p�blicas�. �Vivimos los efectos de una guerra que no pedimos�, sostuvo Galarza.
�El Ej�rcito no se retira de Ciudad Ju�rez, seguir� dando apoyo subsidiario�, recalc� Calder�n, quien precis� que los militares podr�n apoyar a otros municipios de la zona. �Nuestra obligaci�n es enfrentar al crimen organizado con toda la fuerza del Estado�, insisti�. Adem�s, pidi� que se documenten las denuncias de abusos y que no se se�ale sin argumentos.
Recalc� que �no basta la presencia policial y militar� y abog� por enfrentar el problema de la violencia desde cuatro ejes: institucional, operacional, social y de participaci�n ciudadana.
Pidi� revisar el sistema penal, combatir la corrupci�n y contrarrestar la penetraci�n del crimen organizado en los cuerpos policiales. Prometi� apoyos federales, mediante becas y la creaci�n de espacios deportivos, y cobertura m�dica a las 300.000 personas que no la tienen.
Adem�s, indic� que �sin la gente, no podemos dar soluci�n a este problema�, aunque matiz� que la participaci�n ciudadana no es �hacer labor policial sino crear comit�s que pro- tejan a las familias, porque la gente tiene miedo de denunciar�.
La madre de dos de los quince menores muertos por sicarios el pasado 31 de enero en Ciudad Ju�rez exigi� justicia al presidente Felipe Calder�n, a quien ret� a ponerse en su lugar y le pregunt� qu� har�a si le hubiesen matado a sus hijos.
Luz Mar�a D�vila, que perdi� a sus hijos Marcos y Jos� Luis Pi�a, rompi� el protocolo y, tras saltarse el dispositivo de seguridad, se plant� ante Calder�n para -a viva voz- acusarle de mentir por decir que el crimen fue un ajuste de cuentas entre pandillas rivales. �No es justo y quiero que se retracte de lo que dijo�, le reclam� al tiempo que, mir�ndole a la cara, le dijo que se pusiera en su lugar �a ver qu� sent�a�.
�Disc�lpeme, presidente, yo no le puedo dar la mano y decir bienvenido -dijo-, porque para m� no lo es, nadie lo es, porque aqu� se est�n cometiendo muchos asesinatos y robos y nadie hace nada�.
Entre aplausos e interrupciones, a�adi� que si hubiesen matado al hijo de Calder�n �buscar�a debajo de las piedras hasta encontrar a su asesino; pero yo, como no tengo los recursos, no los puedo buscar�.
�Ju�rez est� de luto�, continu� la madre de los dos menores, que pidi� al presidente que �haga algo� para acabar con la ola de violencia que afecta a la ciudad. GARA
Horas antes del acto p�blico en Ciudad Ju�rez, Felipe Calder�n se reuni� con algunos de los indignados padres de los j�venes muertos el 31 de enero para disculparse por haberse referido al suceso como un ajuste de cuentas entre pandillas rivales.