El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania se estancó en el cuarto trimestre de 2009 respecto a los tres meses anteriores, frente a las expectativas del mercado, que esperaba una expansión de dos décimas de la actividad. La actividad de la primera economía europea había registrado una expansión del 0,7% en el tercer trimestre del año, tras crecer cuatro décimas en el segundo.

Por contra, el PIB del Estado francés creció un 0,6% en los tres últimos meses de 2009, lo que supuso el tercer trimestre consecutivo de subida. Con este dato, el crecimiento medio del año pasado se situó en el -2,2%, la caída mayor registrada desde la postguerra.

El parón alemán tuvo sus consecuencias en el conjunto de la economía europea, que, si bien se mantuvo en la senda del crecimiento, subiendo un 0,1% tanto en la zona del euro como en la UE, lo hizo a un ritmo inferior al del trimestre anterior. Los que más avanzaron fueron Estonia (2,6%) y Eslovaquia (2%), mientras que los que más sintieron la crisis fueron Letonia (-3,2%) y Rumanía (-1,5%). Reino Unido volvió al crecimiento con una subida del 0,1% tras tres trimestres consecutivos en negativo, mientras que Italia dio un paso atrás con un descenso del 0,2% (tras haber registrado un crecimiento del 0,6 en el trimestre anterior).