Estamos rodeados. El Gobierno español, con su presidente José Luis Rodríguez Zapatero, nos torpedea con una y otra reforma aprovechándose de la debilidad de la clase trabajadora, que es la que está sufriendo en sus carnes la crisis económica y, a la vez, se nos asegura que el Concierto Económico de la CAV se ha blindado y que nos traerá no sé qué maravillas. Pues bien, hablemos de esas maravillas: nada por aquí, nada por allá. El Concierto Económico en su versión de la CAV o el Convenio Económico en su versión navarra no han servido para blindar a los trabajadores contra las agresiones que llegan de Madrid con las que los gobiernos de Gasteiz e Iruñea están de acuerdo. En quince años los beneficios empresariales se han elevado más de un 325%, gracias al Concierto Económico que ha permitido que se les rebaje de forma continua los impuestos, pero los trabajadores han perdido salario real y nos han subido los impuestos. Somos los que los pagamos a tocateja, mientras la élite económica se va a las Islas Caimán o a cualquier otro lugar para eludir su pago. O, más fácil que eso, no pagan, y punto. ¡Qué suerte de Concierto! Cuando ha llegado la crisis, quienes se han beneficiado de las reducciones de impuestos, ayudas a la inversión y a todo lo que se ha podido subvencionar, obtienen nuevas vías de ayuda oficial. Es cierto que hay que apoyar a las empresas, pero las que crean empleo y lo hacen estable. Eso lo hacen muy pocas.

Ha llegado la crisis, pero el Concierto Económico no ha podido frenar que el paro en Hego Euskal Herria casi alcance a 180.000 personas, que otros casi 100.000 trabajadores pasaran por expedientes de regulación, y que quienes tenían un empleo temporal se han quedado a verlas venir. Tampoco nos servirá para detener la nueva agresión contra las pensiones futuras, ni con los recortes de nuestros derechos de la nueva reforma laboral. Creo que va siendo hora de que nos demos cuenta del engaño al que nos someten quienes rinden pleitesía a la élite económica. Ante tanta reforma, el consejero de Sanidad de Lakua plantea otra reforma para cobrar la sanidad pública.

La verdad, prefiero un concierto de Su ta Gar o Barricada.