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Josebe Egia

Dan asco

Así de clarito, ¡asco! de asqueroso, es lo que me produce, día sí y día también, leer determinada prensa, incluso la considerada como «progresista», es decir «El País». Ni comento la porquería de las tertulias radiofónicas o determinados programas televisivos. Hay que tener mucho estómago para ver o escuchar las barbaridades que impunemente salen de las bocas tertulianas y ver algunos programas o series. Todo esto viene a cuento de la ¿justicia? española, el fariseísmo del mencionado periódico y las voces de pretendidos progresistas corifeos -en este caso Saramago y Amnistía Internacional (AI)- y de lo que se publicó en dicho periódico el sábado pasado. En éste, me encontré con que todos los mencionados se rasgan las vestiduras porque se pretende juzgar al inefable guerrero del antifaz, es decir, a Garzón. La pretendida independencia de este juez está más que en entredicho en numerosos sumarios, y no sólo en los que afectan a personas y empresas vascas -que en estos casos, sistemáticamente, brilla por su ausencia- sino en su propia biografía. No le hizo ningún asco a ser cargo político en el Gobierno de Felipe González -neutralidad acabada para siempre- ni a participar en cacerías con los jefes del GAL, y, cuando salió de malas maneras de aquel Gobierno, tomarse la revancha contra el idem.

No le voy a negar a Garzón que haya procesado a Pinochet y otras acciones por el estilo -su ego le lleva siempre a actuaciones de calado internacional- o que en este momento esté en la silla de los encausados por pretender juzgar los crímenes del franquismo. Lo que le acuso es de ser un juez parcial, injusto, no independiente de su ideología españolista cien por cien, lo que le lleva a ser el látigo -con otras «señorías» que le imitan- del «terrorismo» abertzale, es decir de todo quien piense en independencia para nuestro país. Comparto con la nieta de Negrín que el Tribunal Supremo es un reducto del franquismo repleto de jueces fachas, pero, para este caso... y para el resto, señora. No se pueden rasgar las vestiduras Saramago y AI porque este tribunal esté juzgando a Garzón, y se queden callados con las injusticias flagrantes que se cometen todos los días en la Audiencia Nacional, que tanto montan, montan tanto los tribunales españoles. AI ha denunciado torturas contra las y los detenidos abertzales, pero con la boca pequeña. Habitualmente firmo en su página contra las violaciones de derechos humanos que se producen en todo el mundo, pero estoy deseando hacerlo por las que se cometen aquí. Se lo he sugerido, pero... ¡ni caso!

El mismo medio, el mismo día, criminaliza a Margarita Robles -jueza de profesión, progresista, y con «veleidades» de apoyo al problema vasco- acusándola de mercadear desde su puesto en el CGPJ. ¡Por favor! lo hacen en todos los tribunales y en los pasillos de los Parlamentos cada día. No hay más que ver lo que está pasando con la Presidencia del TSJPV. Mantienen a Piñero a toda costa y ya han «quemado», vía prensa amiga, a Jaime Tapia, progresista, buen juez y buena gente pero... vasco. Lo dicho ¡dan asco!

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