El pasado 5 de febrero, la Policía portuguesa halló en la ciudad de Obidos una casa que había sido utilizada por ETA, en la operación abierta antes con las detenciones producidas en Zamo- ra. Ayer, nueve días después, el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró en Madrid que en la misma se han encontrado 300 kilos de explosivos ya mezclados.

En consecuencia, Rubalcaba expuso que creen que ETA tenía intención de cometer un atentado «inminente». «Muy pronto», añadió.

Estas declaraciones se produjeron después de que diarios del Grupo Correo dieran cuenta de este hallazgo. En la casa se habrían encontrado cientos de kilos de explosivo más (los datos exactos han ido bailando), pero la novedad que se aporta ahora es que los citados 300 kilos ya estaban preparados.

El ministro de Interior concretó que cuando se mezclan los componentes de los explosivos es para utilizarlos inmediatamente, debido a que al poco tiempo pierden eficacia.

Rubalcaba lleva varias semanas alertando sobre la posibilidad de un atentado de ETA, y afirma barajar también la hipótesis de un secuestro. En un primer momento, diferentes portavoces políticos pusieron en tela de juicio esas afirmaciones, ante lo que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, matizó que la advertencia formaba parte de una «estrategia» de Rubalcaba.

Unos días después, la Guardia Civil interceptó en la provincia de Zamora, muy cerca de la frontera con Portugal, una furgoneta con explosivos, tras lo que se produjeron las detenciones de Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yañez, ya en suelo portugués después de una huida. En el mismo mes se ha producido la redada de la Ertzaintza centrada en Ondarroa, en la que las FSE afirman haber desarticulado dos comandos.

Madrid, París y Lisboa

Anteayer, además, se produjo el arresto en Gipuzkoa de un joven identificado como Ibai Beobide Arza, que continúa incomunicado. Se indica que circulaba en una bicicleta y que llevaba una pistola, aunque fuentes policiales indican que no hay dato alguno para pensar que fuera a cometer algún atentado de modo inminente.

Al respecto, Rubalcaba afirmó ayer que el arrestado llevaba «las peores intenciones». Ironizó con que «no estaba haciendo deporte, porque nadie hace deporte con una pistola y un pen drive». «No tenemos más remedio que concluir que estaba preparando alguna fechoría, algo malo traía en la cabeza», añadió el ministro de Interior.

De todos estos hechos concluye Rubalcaba que ETA intenta atentar «una y otra vez». Frente a ello, garantizó que los gobiernos de Madrid y París, y ahora también el de Lisboa, están «con la guardia muy alta». «Y así será una y otra vez hasta que acabemos con esta pesadilla», apuntó el titular de Interior.