Clinton viaja al Golfo para buscar apoyos a las sanciones contra Irán
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, inició ayer en Doha un viaje de tres días al Golfo Pérsico para recabar los apoyos de Qatar y, sobre todo, de Arabia Saudí al fortalecimiento de las sanciones contra Irán por su programa nuclear. Durante este viaje propondrá a los saudíes que aumenten las entregas de petróleo a China para ganarse así su respaldo. Teherán es uno de los principales suministradores de productos petroleros de Beijing.
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Washington prosigue con su ofensiva diplomática contra Irán. Con el fin de recabar apoyos a un más que posible endurecimiento de las sanciones contra el Gobierno de Mahmud Ahmadinejad, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, llegó ayer a Doha, capital de Qatar, donde mantuvo reuniones de alto nivel antes de asistir al Foro EEUU-Mundo Islámico. Su participación en esta cita anual se produce ocho meses después de que el presidente, Barack Obama, abogase en Egipto por iniciar un nuevo ciclo de relaciones con el mundo musulmán.
Clinton postergó un día su partida, prevista para el viernes, porque su marido, el ex presidente Bill Clinton, fue sometido a una operación cardíaca el jueves en Nueva York.
Pero ello no le ha impedido elaborar una intensa agenda en la que figuran reuniones con el primer ministro de Qatar, Sheik Hamad bin Jassim al Thani, su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, el rey saudí Abdullah y su ministro de Relaciones Exteriores, el príncipe Saud al Faisal.
Su objetivo es ganarse el apoyo de los países del Golfo, en especial de Arabia Saudí. «Todos los países tienen un papel que jugar en el endurecimiento de las sanciones», subrayó Jeffrey Feltman, asesor de Clinton. «Esperamos que los saudíes utilicen sus relaciones para presionar a Irán y hacer que desista de sus intenciones», añadió.
Es por ello que pedirá a los saudíes que aumenten las entregas de petróleo a China y así ganarse la confianza del Gobierno chino, con derecho a veto en el Consejo de Seguridad y reticente a los planes de la Administración Obama por sus buenas relaciones comerciales con Teherán, su principal suministrador de productos petroleros.
Aaron David Miller, ex asesor de la diplomacia estadounidense, advirtió que nada garantiza que tal propuesta se concrete, porque el contexto no es favorable a que los saudíes hagan algo que pueda alterar su relación con China. Por contra, un funcionario estadounidense que prefirió no desvelar su identidad indicó que Arabia Saudí ha realizado ya ciertos gestos hacia China para venderle petróleo. «Ha habido movimientos positivos en este sentido», señaló sin ofrecer más detalles.
«Las pruebas se acumulan»
Para Clinton, «la postura de Irán no deja a la comunidad internacional otra alternativa más que pedirle que pague un precio más alto por sus postulados».
Afirmó que las pruebas que demostrarían su intención de construir la bomba atómica se están «acumulando. Me gustaría conocer un modo de gestionarlo desde una perspectiva lo más pacífica posible, y está claro que aceptaríamos cualquier acuerdo con contenido, pero (...) no queremos cerrar ningún compromiso mientras construyen su bomba».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, viajó ayer a Moscú para abordar con los principales dirigentes rusos la adopción de sanciones contra Irán. Hoy se entrevistará con el presidente, Dmitri Medvedev, y el primer ministro, Vladimir Putin, y luego se reunirá con representantes de la comunidad judía en Rusia.
Israel, la única potencia nuclear en Oriente Medio, quiere convencer al Gobierno ruso de la necesidad de reforzar la estrategia contra la República Islámica. «Queremos que se una a los esfuerzos norteamericanos para imponer nuevas sanciones», indicó a AFP Tossi Alpher, analista israelí. En setiembre, Netanyahu viajó secretamente a Rusia para tratar este tema.
En la reunión de su gabinete ayer por la mañana, el mandatario israelí reiteró su llamamiento a adoptar «sanciones muy duras, paralizantes». En días anteriores, el viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, declaró que, tras el anuncio iraní, la adopción de más sanciones era un tema de «más actualidad», si bien reconoció que «no resolverán el problema».
Aunque Moscú condenó el enriquecimiento de uranio al 20%, el secretario del Consejo de Seguridad, Vladimir Nazarov, anunció ayer mismo que están dispuestos a vender misiles antiaéreos S-300 a Irán; una transacción que ya estaba acordada entre ambos países. GARA