Liga ACB
Los otros principios del Baskonia
Caja Laboral se encomendó a unos brillantes últimos minutos para doblegar a un Power Electronics que tuvo el partido en sus manos.
Koldo AKORDARREMENTERIA I
«Estos son mis princpios. Si no le gustan tengo otros». En este caso, y apoyados en esta conocida frase de Groucho Marx, más que tener, el Baskonia usó principios y bases muy poco habituales en su partitura táctica para vencer in extremis un partido que tuvo muy cuesta arriba desde el inicio.
La capacidad de rehacerse no reside en la velocidad con la que uno logra cicatrizar sus heridas. Mucho más allá de esa visión reduccionista, cualquier intento de superación debe venir acompañado de un buen ejercicio analítico. Observar lo sucedido desde la distancia, analizar las causas y tratar de poner el mejor remedio posible puede ser el modo más eficaz para sobreponerse a los golpes, y lo que es más importante, poner todos los medios posibles para que no se repita. Así, el Baskonia se alejó de las bases sobre las que siempre ha creado su juego, y priorizando lo pragmático sobre lo estético, tiró de garra en los últimos minutos para ganar un partido que dejó un regusto semidulce en la boca de los aficionados, justo en vísperas de la ansiada Copa.
Los jugadores locales salieron a la cancha con la lección bien aprendida y, con una actitud mucho más agresiva que la mostrada unos días atrás ante el Khimki, arrancaron la primera renta del partido. No obstante, Nando de Colo y Marko Marinovic se encargaron de dejar el encuentro con empate a 18 al fin del primer cuarto.
La resaca carnavalera impedía a los baskonistas realizar defensas individuales a los peligrosos killers que pululaban amenazantes en el exterior del cuadro taronja. Así, sendos triples del activo De Colo y de Lyschuck pusieron al equipo de Neven Spahija por encima en el marcador. Un par de imprecisiones en pases sencillos entre los gasteiztarras sembraron de nuevo las dudas entre los aficionados baskonistas.
Ahogados por la extrema defensa del equipo del Turia, y con varias decisiones arbitrales más que discutibles, los jugadores locales entraron en un bucle negativo en cuanto a anotación. Mientras, Neven Spahija se dedicó a gestionar las rentas de 2-3 puntos que su equipo mantuvo hasta el descanso ¯30-32¯, aunque en la reanudación consiguieron alargarlas a un inquietante 30-38.
Providencial Teletovic
El Baskonia se soltó la melena tras el pequeño descalabro. Tres triples «made by Teletovic» y un contraataque perfectamente ejecutado por San Emeterio volvía a armar de moral al conjunto de Ivanovic. Con varias férreras defensas bien encadenadas, y sumando puntos desde el tiro libre, el Baskonia logró apaciguar el tenso ambiente que se vivía en Zurbano con un resultado de 50-46 antes de encarar el definitivo asalto, que no comenzó con demasiado buen pie.
Y es que el primer balón de oxígeno que proporcionó Barac con un par de canastas desde los 4-5 metros fue seguido de un repentino e inexplicable bajón del juego del Caja Laboral. Claver, Lischuck y Marinovic tiraron de puntería para clavar tres triplazos que hundían al Baskonia, y estos se frustraban al estrellarse una y otra vez con el muro creado bajo los aros valencianos por Perovic y Nielsen.
Sin embargo, aún quedaba lo mejor. El 56-63 que reflejaba el luminoso no era buen presagio, pero entonces apareció Pau Ribas, que con un salvador «2+1» guió a su equipo para lograr un decisivo parcial de 13-4.
No se escucha nada más en los corrillos baloncestísticos. «Que viene, que ya está aquí». Y es que la Copa, por si alguien no se había enterado, ya está definitivamente en el punto de mira de todos los equipos. Para algunos objetivo, y regalo para otros . A pesar del diferente enfoque que cada equipo aplique al torneo del K.O, y teniendo en cuenta que la variabilidad puede jugar malas pasadas a un sólo partido, todos los equipos, sin excepción, preparan a conciencia una de las citas ineludibles para los seguidores del deporte de la canasta.
No hay más que echar un vistazo a los resultados de la última jornada, en la que ha habido varios cruces entre equipos que probablemente se verán las caras en el BEC en pocos días, para observar que en la Copa todos tienen mucho que ganar. La muestra más clara la ofreció ayer el Bilbao Basket que, con un ataque de irreverencia inustada, se subió a las barbas del Real Madrid en su cancha. La información clasificatoria ha sido de poca utilidad esta jornada, en la que el Unicaja (sexto) ha ganado por 86-77 al Cajasol (quinto), y el Valladolid, que no podrá estar en el BEC, ha hecho lo propio por 71-67 sobre otro equipo de esos que siempre se crece para la Copa, como es el Joventut.
En cuanto a los puestos bajos de la clasificación, el CB Murcia, que cayó derrotado ante el Lagun Aro, empieza a perder ya los últimos trenes que le asegurarían la permanencia y la victoria del Fuenlabrada ante el Xacobeo condena al equipo gallego a pasar una semanita en los puestos de descenso. En el resto de partidos donde no había tanto en juego, el Manresa ganó al Alicante por 78-74, y el Granada se impuso por 83-80 al Gran Canaria. K.A
Que Dusko Ivanovic ha moderado su discurso en lo que vamos de campaña es una afirmación que pocos negarían a día de hoy. Pero que su giro léxico sigue provocando ciertas dudas entre la gente es otra verdad casi tangible. «Era un partido que teníamos que ganar. Está claro que no estamos a nuestro mejor nivel, pero hoy sólo valía ganar. A pesar de los muchos errores que hemos cometido, hemos tenido paciencia para jugar cuarenta minutos», dijo en rueda de prensa.
Ya de cara a la Copa que está tocando la puerta, afirmó que «es un torneo diferente a todos, y aunque puedes estar en tu mejor momento de juego, puedes caer derrotado. Hemos acusado mucho las bajas de los pivots en los últimos entrenamientos, pero estos tres días que nos quedan deben servirnos para subir nuestro ritmo e intensidad».
