Iñaki Gabilondo ha cambiado de escenario para seguir haciendo casi lo mismo, pero con el añadido de una entrevista. Su espacio en CNN+ se llama «Hoy», que es casi la mitad de como se llama el programa que en la radio lo encumbró. Es bueno que cada cual sepa cuál es su mochuelo, o al menos su olivo. Y Gabilondo entrevistando, es bastante bueno. Otra cosa es lo que pueda transmitir sobre el trato que receta a según qué invitado. Con Rosa Díez, el trato era normal, tirando a bueno. Su cara lo denotaba. Con sonrisa de autocomplacencia, se mostraba dominadora, frente a una persona que ha sido uno de los suyos, y que ahora le ofrecía una plataforma importante para mostrar su cara buena, la más maquillada y con el peinado más cardado. Era tan buen rollo, tanta química, que creció la autoestima de la resabiada, y le salió su carácter como en el chiste de la rana y el escorpión y soltó una de esas frases que no son un lapsus sino una radiografía de una mentalidad caduca, obsoleta, sin más idea que la venganza y el insulto.

Habló y desnudó su corta ideología: «Zapatero parece un gallego, en el sentido más peyorativo del término». Sobre Rajoy añadió: «es gallego», y se dio por sentado que con el mismo sentido del término. En siete segundos mostró su auténtica identidad, su mala educación, su ideario político. Ha insultado de manera gratuita y xenófoba a los gallegos, y ha conseguido muchos minutos, horas y días de gloria podrida en las redes sociales, y se convertirá en el pito de un sereno, gallego, asturiano o congoleño, y ya que se trata de referirse a lo peyorativo de los términos, Rosa Díez, es sinónimo de política oportunista, carroñera, traidora, autoritaria y unos pocos conceptos más que se tenían por adjudicables, pero que ella solita se ha adjudicado. Su soberbia le ha hecho mantenerse firme, no pedir perdón. Pero da lo mismo, son estos políticos los que dan ejemplos, como en las Corts Valencianas cuando un vicepresidente para argumentar sobre al aborto le dice a una diputada que seguramente «no conoció a su padre», que es como se dice en los cuarteles hija de puta en fino. Cotino o Díez, son peyorativos en todos los sentidos.