Los talibán responden a la ofensiva de Marjah atacando Kabul
Al menos 16 personas -entre ellas tres extranjeros- murieron en un atentado de los talibán contra un complejo hotelero en pleno centro de Kabul. El último ataque de los talibán en Kabul se remonta al 18 de enero. El de ayer se produjo mientras se lleva a cabo una ofensiva por parte de 15.000 soldados occidentales y afganos en Marjah (Helmand), donde se ha proclamado la victoria sobre los talibán.
GARA
Al menos dieciséis personas, entre ellas un francés, un italiano y un indio, murieron ayer en un atentado suicida de los talibán o en el intercambio de disparos posterior que se registro tras el ataque a un edificio hotelero en el centro de Kabul.
Por lo menos un kamikaze hizo explotar su coche bomba poco antes del amanecer ante un complejo que alberga comercios y residencias hoteleras. Según testigos, otras dos explosiones, más débiles, se produjeron a continuación, mientras que la Policía aseguró haber matado a otros dos kamikazes.
A continuación, se escucharon intercambios de disparos en este barrio comercial en pleno centro de la ciudad, pero que ayer se encontraba relativamente vacío al ser viernes, día festivo en Afganistán.
«El balance es de 16 muertos, entre ellos un italiano y tres policías afganos», declaró a France Presse el portavoz del Ministerio afgano del Interior, Zemarai Bashary.
El ataque se produjo en las proximidades del complejo hotelero Park Residence, que cuenta con numerosos indios entre su personal y con clientes mayoritariamente extranjeros.
En París, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, anunció que «un francés, que estaba de paso por Kabul», había muerto.
Un italiano figura también entre los muertos, según Ba-shary. Este hombre, cliente del Park Residence, estaba en contacto telefónico con la Policía afgana justo después de la explosión cuando recibió el impacto de las balas de los asaltantes, explicó el general Abdul Rahman, el jefe de la Policía de Kabul. «Era un hombre valiente», añadió Rahman.
Un médico del Hospital Militar aseguró a France Presse que también había un indio entre los muertos. La Embajada india no lo pudo confirmar, limitándose a señalar que seis de los heridos eran ciudadanos de ese país, pero que también había dos o tres personas de las que no tenían noticias.
«Un hombre ha hecho explotar una bomba» delante de un complejo comercial que comprende residencias hoteleras, explicó Bashary.
Reivindicación
«Reivindicamos el ataque», declaró a France Presse Zabibullah Mujahed, uno de los portavoces de los talibán. «Ocho de nuestros combatientes han llevado a cabo el ataque. Uno ha hecho explotar su coche bomba delante de un hotel, otros dos también han conseguido detonar sus bombas, los otros siguen en el lugar», aseguró por teléfono.
La insurrección de los talibán se ha intensificado considerablemente y se ha extendido por la práctica totalidad del país estos dos últimos años, golpeando cada vez con más frecuencia incluso en el corazón de Kabul mediante atentados suicidas u operaciones de comandos.
El último ataque se remonta al 18 de enero, cuando insurgentes fuertemente armados y kamikazes atacaron un centro comercial en pleno centro de la capital, matando a cinco personas.
Este nuevo ataque se produce mientras que unos 15.000 soldados de las fuerzas occidentales y afganas llevan a cabo desde hace trece días una vasta ofensiva contra uno de los bastiones de los talibán en la provincia de Helmand, donde casi han logrado imponerse a los insurgentes.
El jueves izaron la bandera afgana en Marjah, una pequeña localidad que era el principal objetivo de la operación Mushtarak (Juntos) y que estaba en manos de los talibán desde hace dos años, pero todavía se registran «combates esporádicos» en la zona que, junto a las minas, ralentizan el avance de las fuerzas internacionales en la zona.
El presidente del Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán, Norbert Lammert, expulsó ayer al grupo parlamentario de Die Linke (La Izquierda) del Pleno por organizar un acto de protesta durante el debate sobre la misión alemana en Afganistán.
Los diputados de Die Linke mostraron pancartas con los nombres de las víctimas civiles que fallecieron el pasado 4 de setiembre en el bombardeo de dos camiones cisterna en Kunduz, en un ataque lanzado a instancias del entonces comandante del contingente alemán en ese área, Georg Klein, y que costó la vida a unas 140 personas.
Lammert instó a los parlamentarios de Die Linke a abandonar la sala por considerar que ese tipo de manifestaciones son contrarias a la normativa del Parlamento.
El diputado de Los Verdes Hans Christian Ströbele criticó esa decisión ante la Cámara y lamentó que se expulse a unos diputados «que no han hecho ningún ruido, sólo han citado los nombres de quienes murieron». Señaló que echar de la sala a los parlamentarios de Die Linke lanza una «señal errónea» a Afganistán y al resto del mundo, acerca de «cómo trata Alemania a las víctimas mortales de las que es responsable».
La expulsión de los parlamentarios de Die Linke evitó su participación en la votación sobre el incremento del contingente alemán en Afganistán de los 4.500 soldados actuales a 5.300 efectivos. El ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, señaló que el incremento de tropas será temporal y a partir de 2011 comenzará una retirada paulatina. GARA
Los francotiradores aislados constituyen una amenaza más grave que las bombas artesanales en su ofensiva en el sur para las fuerzas occidentales en Afganistán, según el general de EEUU James Conway.
