Papandreu defiende las «medidas dolorosas» para hacer reducir la deuda griega
El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, reconoció ayer que se han confirmado «nuestros peores temores» sobre la dimensión de la crisis griega y defendió las «medidas dolorosas» del Gobierno para reducir la deuda asegurando que «el sacrificio no será en vano».GARA |
El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, reconoció ayer en el Parlamento de Atenas que «se han confirmado nuestros peores temores» sobre la aguda crisis económica que atraviesa el país helénico.
«Grecia atraviesa hoy por una de las mayores crisis económicas de los últimos 36 años de democracia», señaló el primer ministro y agregó que el déficit público griego es 15.000 millones de euros mayor del anunciado por el Gobierno anterior, liderado por la conservadora «Nueva Democracia».
El déficit alcanzó el año pasado el 12,7%del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que la deuda pública supera ya el 110% del PIB, lo que está presionando a la credibilidad de la zona euro.
Papandreu declaró que las «dolorosas« medidas económicas asumidas por su Ejecutivo para reducir el déficit son «indispensables» para la supervivencia del país y prometió a la población que «el sacrificio no será en vano». El jefe de Gobierno justificaba así los recortes en el sector público, que estarán acompañados por medidas adicionales exigidas por Bruselas tras un estrecho control de las cuentas griegas, ordenado por la Unión Europea (UE).
Según la prensa griega, la delegación comunitaria que acaba de estar en Grecia exige aumentar la edad de jubilación hasta los 67 años y pide que antes del 16 de marzo se anuncien más medidas, como reducir las inversiones estatales, aumentar el IVA en dos puntos, subir los impuestos sobre los carburantes y el gas natural, además de aumentos de impuestos en productos de lujo y vehículos.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, viajará a Atenas la próxima semana para estrechar la vigilancia sobre la puesta en marcha de estas medidas.
Papandreu aseguró que «ningún otro país pagará nuestras deudas. Seremos nosotros los que saldremos del abismo solos», en referencia a eventuales ayudas de Bruselas o del FMI. Ambos ofrecieron apoyo si Atenas lo pide.