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El momento de calibrar los riesgos al máximo

Joseba ITURRIA

La semana más esperada desde hace mes y medio, la que ha supuesto la vuelta al trabajo con el grupo de Xabi Prieto, ha llegado cruzada para la Real en ese mismo capítulo de lesiones, al quedar en evidencia unos riesgos que no se debían haber adoptado. Desde que un jugador se levanta de la cama está expuesto a un mal gesto que le pueda lastimar, cada vez que se entrena se corre el riesgo de que se pueda lesionar como sucedió con Xabi Prieto, pero en el momento clave en el que se encuentra la Real es necesario calibrar mejor los riesgos que se asumen.

No tiene ningún sentido que Mikel Labaka jugara el amistoso de Logroño del martes. Alguno dirá que podía haber sufrido el mismo problema muscular si se entrena esa mañana con los titulares, pero el riesgo de lesión siempre es mayor en un partido, aunque sea amistoso, en el que la exigencia es más grande y los jugadores rivales van a tener menos miramientos en cualquier lance que un compañero.

Con Ansotegi sancionado, el martes Lasarte sólo tenía a dos centrales utilizados este año a su disposición. Labaka había sufrido problemas físicos en semanas anteriores, no pudo jugar por lesión ante el Elche el 24 de enero, y en otros partidos fue duda en los días previos. Por eso no debió alinear en un partido destinado a dar minutos a los menos habituales a un jugador que sólo había dejado de jugar 180 minutos en los últimos trece partidos. Como no tiene sentido que no jueguen los jóvenes que viajaron a Logroño. El único jugador del Sanse que podía haber viajado para no jugar era alguno de sus porteros y, sin embargo, viajó Bravo. Zubikarai también se podía haber lesionado en el minuto 1o, Riesgo tampoco está disponible, y el internacional chileno habría tenido que exponerse al riesgo de jugar ese amistoso.

Y la recaída el jueves de Mikel González demuestra que se tomó una decisión equivocada al precipitar su reaparición en Girona quince días después de haber sufrido una rotura de fibras que, por muy leve que resultara, se ha confirmado que necesitaba más tiempo para la completa recuperación. Es fácil analizar después de visto, pero son cosas que se deben prever y que motivan que hoy la Real sólo tenga a Esnaola, que sólo ha entrado en una convocatoria en todo el año, como único central disponible que se ha entrenado con normalidad esta semana.

Todo lo sucedido debe llevar a Lasarte y a los servicios médicos realistas a no asumir riesgos innecesarios hoy. El partido de Huesca es muy importante porque están en juego tres puntos que ayudarán a mantener al menos la misma ventaja con los rivales y afrontar el futuro cercano con más confianza y tranquilidad, pero los decisivos son los siguientes a jugar en Anoeta ante Numancia, Levante y Hércules.

Y es preferible que, si hay un riesgo, Labaka, Xabi Prieto o Zurutuza se queden hoy sin jugar y tengan ocho días más para garantizar que ante el Numancia la Real pueda presentar a su mejor equipo. Y eso no cabría entenderlo como no dar importancia al partido de hoy, que la tiene y mucha, sino como una medida para garantizar su recuperación y una muestra de confianza a jugadores que están al 100% y no han viajado. En ese sentido es difícil entender que Zurutuza, con su trayectoria, vaya convocado en su primera semana de trabajo normal con el grupo en lugar de Nsue o Sergio.

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