Nuevo golpe al tejido industrial de Sakana
La plantilla de Gamesa en Altsasu reacciona ante un cierre inexplicable
Los empleados, todos indefinidos, no entienden la decisión de cerrar la planta y afirman «estar muy unidos y con ganas de plantar cara». La fábrica, que construye las palas para molinos de pequeño tamaño, es la más antigua de Gamesa. El Gobierno de Nafarroa urge a la empresa a una reunión para que reconsidere su decisión. La empresa eólica está dispuesta a reubicar al 30% de la plantilla, pero el comité de empresa no tolerará un sólo despido.
Aritz INTXUSTA | ALTSASU
«Dentro de la planta estamos muy unidos y con ganas de pelear por que no se pierda ni un sólo puesto de trabajo», afirmó ayer Ubaldo Sola, presidente del comité de empresa de la planta de Gamesa en Altsasu. La compañía anunció por sorpresa el jueves el cierre de la planta con 150 empleados y EREs en otros puntos del Estado español. Argumenta la ausencia de pedidos, en concreto del modelo de pala que se produce en Sakana. La plantilla, no obstante, duda de que falte trabajo y, de hecho, explicaron que la fábrica estaban a plena producción minutos antes del anuncio de cierre. Todos los empleados tienen contratos indefinidos.
La noticia pilló desprevenidos tanto a la plantilla como al Gobierno de Nafarroa, que convocó ayer a la empresa a una reunión «con carácter de urgencia» para que reconsidere su decisión. El Ejecutivo asegura que Gamesa debe presentar alternativas «reales» a los despidos.
Ubaldo Sola (que preside un comité compuesto por seis delegados de ELA y dos de LAB) anunció que el lunes se reunirán con los alcaldes de Sakana. El martes llegará el encuentro con la propia empresa. «Escucharemos sus argumentos. Por el momento, Gamesa sólo se ha comprometido a recolocar al 30% de la plantilla (32 trabajadores). No sabemos dónde los van a reubicar, si en este herrialde, en el Estado o en el extranjero. Ni siquiera tenemos constancia de dónde han presentado el expediente de extinción de contratos, si en Nafarroa o en Madrid. De todos modos, no estamos dispuestos a que haya un sólo despido». Un día después de esta reunión con Gamesa, el comité expondrá su calendario de actuaciones.
La empresa mantenía reuniones regulares con la plantilla todos los meses. Sin embargo, la reunión del jueves fue la primera de 2010. En esa cita, el gerente de la planta, Fernando Goñi, comunicó a los empleados la decisión de la eólica. Gamesa hizo coincidir el anuncio con la presentación de resultados del pasado ejercicio, en la que anunció un beneficio de 115 millones de euros, a pesar de que sus ganancias se han reducido en un 64%. La compañía eólica lideraba ayer las caídas en el Ibex 35.
La planta se encuentra parada desde el jueves por la tarde. Los empleados acuden a trabajar y mantienen los tres turnos, pero ni el encargado ni el gerente les han pedido poner en marcha las máquinas.
La planta de Altsasu es la primera que fabricó palas para Gamesa. En estos 14 años, ha elaborado las palas para los modelos de aerogenerador G19, G21, G47 y G52 (el tamaño en metros de la pala es justo la mitad de el número que identifica el modelo). La empresa asegura que la planta de Altsasu (de 18.000 metros) no tiene dimensiones suficientes como para construir palas de los modelos de molino más grandes y más demandados, como el G90, cuya construcción se realizará en Aoiz en una fábrica de 88.000 metros.
La planta amenazada de cierre estuvo a pleno rendimiento hasta fin de año, aunque su pico de producción fue en 2008. A lo largo de 2009 se fue deshaciendo de los eventuales. El 23 de diciembre, la empresa decidió no renovar a los últimos 32. Actualmente, una treintena de los 150 trabajadores se encuentran en Aoiz, colaborando en el arranque la construcción del G90.
Situación crítica en Sakana
El eventual cierre de la fábrica será una puñalada a la situación crítica que se vive en Sakana. En un año, el valle ha pasado de 586 parados a 1.482. La crisis ha sido particularmente dura con Altsasu, que ha vivido los cierres de otras dos fábricas: Recindsa (69 despidos) e Isphording (95). El alcalde en funciones, Iñaki Miguel (NaBai), afirmó sentirse «consternado» por la noticia. La plantilla de Gamesa es joven, la media de edad es de 35 años, y la mitad de los trabajadores son mujeres. Además de altsatsuarras, la fábrica emplea a personas de localidades cercanas como Agurain, Bakaiku, Irurtzun y Lekunberri.
Los trabajadores se encuentran desconcertados. «No sabemos ni por dónde agarrarlo. A las cuatro de la tarde estábamos a todo correr y desde las seis no hay producción», explicaba una de las trabajadoras.
Otro empleado, Josu Huegun no contenía su indignación: «Ésta es la planta matriz de Gamesa. Desde aquí hemos ido a enseñar cómo se fabrican las palas a las fábricas de Somozas, de Albacete e incluso algunos empleados se han pasado un año entero en China y en EEUU».
No se trata de la primera planta que Gamesa cierra en Nafarroa. Hace dos años echó la persiana el taller del polígono Agustinos de Iruñea (con 48 trabajadores) y, a finales de 2009, cerró otra planta en Azkoien (40 empleados). En ambos casos, Gamesa reubicó a todos los asalariados.
Gamesa salió a bolsa en octubre del año 2000 y los pequeños accionistas controlan el 70% del capital. Entre los grandes, el mayor accionista es Iberdrola (que controla el 14% de la empresa), seguido de Blackrock Inc (del grupo Bankinter, con el 9%) y Lolland (5%).
La eólica cuenta con 6.300 trabajadores en todo el mundo. La cuarta parte de ellos, en Nafarroa. Gamesa mantiene delegaciones en 13 países y ha abierto nuevas fábricas de aerogeneradores en India, China y EEUU.
El consejero de Innovación, José María Roig, pidió ayer una reunión urgente con Gamesa para que reconsidere su postura en torno a Altsasu. Roig fue el responsable de la moratoria para la construcción de nuevos parques eólicos y Gamesa la empresa más interesada en que se levante la prohibición. La moratoria, impuesta por motivos ecológicos, finaliza en 2010 y tres compañías (Gamesa, Enhol y MTorres) han presentado proyectos para nuevos parques. Por su parte, diversos grupos ecologistas anunciaron que irán a los tribunales si el Ejecutivo vuelve a dar vía libre a la instalación de parques eólicos. El cierre de Altsasu puede convertirse en un elemento más de presión para la negociación entre la empresa y el Ejecutivo de UPN.
Enhol proyecta instalar 96 molinos fabricados por Gamesa en cinco nuevos emplazamientos. Por su parte, la propia empresa pretende que se le dé permiso para colocar 57 prototipos en nueve emplazamientos distintos. Sin embargo, ninguno de los 153 modelos previstos se construye en Altsasu.
Por otra parte, la decisión de la empresa de no fabricar más palas para el modelo G52 constituye un severo varapalo a la gran apuesta del consejero Roig en su plan de desarrollo de energías renovables. Roig buscó en el repowering (sustitución de las cabezas viejas de las torres ya instaladas por cabezas nuevas con mayor capacidad en producción), la solución al estancamiento de la industria eólica en Nafarroa. Sin embargo, en todos estos años nunca se ha repuesto ninguna cabeza por quedarase obsoleta. El modelo que se fabrica en Altsasu es el idóneo para ello, porque la mayoría de las torres de los parques eólicos con mayor antigüedad tienen una altura de sesenta metros y, por lo tanto, necesitan de cabezas con palas pequeñas.
Por otra parte, a Roig le queda el dilema de qué es lo que va a pasar en Aoiz, que a priori parece el lugar idóneo para una eventual reubicación de trabajadores. Según lo previsto, la fábrica de Aoiz generará 440 en 2013. La planta, que ocupa una superficie de 88.000 metros cuadrados, está valorada en unos 65 millones de euros En total, Gamesa emplea a 1.500 trabajadores en Nafarroa. La mayoría de ellos en sus plantas de innovación en Sarriguren, pero también en Imarkoain, Olazti y Tutera. A.I.