Paliza en el derbi del Bizkaia Arena
Bilbao Basket se desahoga y Lagun Aro GBC se asfixia
El acierto local fue el duro castigo a la mala defensa de Lagun Aro, que además regaló balones tontos.
BIZKAIA BILBAO BASKET 88
LAGUN ARO GBC 62
Arnaitz GORRITI
Sí, la ciclogénesis explosiva sirve para metaforizar el derbi de ayer en el Bizkaia Arena. Los de Katsikaris barrieron a su rival como el viento la hojarasca, pero más allá de figuras retóricas lo que sirve es la realidad, y ésta indica que los hombres de negro vivieron un necesario desahogo clasificatorio -empatando a ocho victorias con el cuadro donostiarra y llevándose el average- mientras que los de Laso están asfixiados. El descenso sigue a una victoria, pero su imagen de ayer, y con el calendario que se les avecina -reciben a Alicante en casa y visitan al Obradoiro, actual penúltimo clasificado-, no augura nada bueno.
El partido duró hasta mediado el segundo cuarto. Chris Warren tomó el mando de la anotación local, bien secundado por Mumbrú y Moiso, y con una buena dirección de Javi Rodríguez. Para cuando el cuadro guipuzcoano se enteró de la fiesta, ya perdía 18-9.
Pese a todo, el juego colectivo donostiarra quería forzar un partido duro, y supo rehacerse para arrimarse al 23-18 con el que acabó el primer cuarto, y hasta un 25-24 al principio del segundo. Poco después, Sergio Sánchez vio una absurda técnica por protestar y a Doblas le pitaron una antideportiva -el pívot cántabro debiera verse en vídeo: siempre baja las manos y mantiene sus agarrones hasta abajo-. A los tiros libres de rigor se les sumó la aportación anotadora de Blums y Banic, y ahí se acabó el derbi.
Fiesta y errores
La defensa de Lagun Aro GBC hizo aguas después de ver cómo los hombres de negro aumentaban su ventaja. Difícilmente volverán a lanzar los bilbainos tantos tiros solos; difícilmente encontrarán en la ACB otro rival que les permita agarrar hasta 18 rebotes en ataque -sólo 5 por parte donostiarra-. Con el partido roto, Laso vio una técnica que Seibutis aprovechó para apuntillar a un rival donde nadie -ni Lorbek, que disputó 20 minutos- se salvó.
Los vizcainos aprovecharon los múltiples regalos de sus vecinos, como un robo en un saque de fondo tras tiempo muerto. El BEC fue una fiesta para los más de 10.000 aficionados que se reunieron, salvo para los 200 llegados de Donostia. Y es que ambos equipos están empatados a triunfos, pero parecen de distintas categorías.
Pese a la estrepitosa derrota, Lagun Aro GBC está de suerte. Sus dos rivales más directos, Alicante y Xacobeo, caían también. El conjunto levantino recibió un severo correctivo este sábado frente al Real Madrid, que se impuso 55-95. El cuadro gallego luchó ante Manresa, pero perdió 80-87.
La cara es el espejo del alma y el comportamiento, su traducción. Pablo Laso discutía al final con Javi Rodríguez, mientras que Katsikaris se mostraba relajado.
El técnico gasteiztarra no quiso entrar en detalles y tiró de estadística. «A veces los números no lo muestran todo, pero nos han roto con el acierto en el tiro y la superioridad en el rebote ofensivo. Debe servirnos de aviso de cara a los demás partidos, que serán finales», dijo.
Katsikaris destacó al público, así como «el juego y el carácter» de los suyos. También subrayó que «ahora los jugadores piensan como un equipo».
A. G.
No hay tiempo casi ni para las celebraciones. Bizkaia Bilbao Basket juega mañana mismo, a partir de las 20.15, el penúltimo partido del Last 16. Su rival, el decepcionante Benetton Treviso, que matemáticamente está fuera de la Eurocup tras contar sus partidos por derrotas.