Ayer arrancó el juicio en la Audiencia Nacional española contra los cuatro jóvenes de Barakaldo acusados de «quemar» un cajero para quienes la Fiscalía mantiene la petición de 33 años de cárcel para cada uno de ellos.

En concreto, la fiscal Teresa Sandoval pidió para Sendoa Jurado, Unai Frías, Asier Gómez de Salazar y Jon Villanueva una pena 33 años de prisión y 48 años de inhabilitación absoluta por los delitos de «integración en organización terrorista», de «incendio terrorista» y por «tenencia de aparatos y sustancias incendiarias y explosivos». Además, la Fiscalía española les insta a indemnizar con 35.559,37 euros al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria por los daños causados en el sabotaje imputado.

Durante la vista, los acusados de haber participado en la quema de un cajero automático en febrero de 2008 en Barakaldo negaron tener relación alguna con los hechos acaecidos hace dos años. Jurado, Frías, Gómez de Salazar y Villanueva, que únicamente respondieron a las preguntas formuladas por su defensa, también negaron pertenecer a un grupo de kale borroka o a cualquier «asociación terrorista».

Los procesados argumentaron que en las fechas que sucedió el sabotaje se encontraban en los carnavales del barrio bilbaino de Santutxu. Por su parte, la defensa aportó fotografías de sus defendidos en las citadas fiestas, por lo que solicitó la libre absolución de los jóvenes.

Durante la primera sesión del juicio también testificaron varios agentes de la Policía autonómica propuestos como testigos por la Fiscalía. Hoy se reanudará el juicio en el que volverán a testificar varios ertzainas más, y está previsto que el proceso judicial finalice mañana mismo y quede visto para sentencia.