El concejal de Izquierda Abertzale y miembro del consejo de administración de Barakaldo Antzokia, Txiki Castaños, quiso salir ayer al paso de las duras críticas lanzadas por los grupos municipales del PNV y PP contra el acuerdo alcanzado en el Consejo del Teatro, con los votos del PSOE y la formación abertzale, por el que se modificaron los estatutos del teatro para permitir nuevamente el cese del ex gerente del centro cultural, Gonzalo Centeno. A su vez, se decidió recurrir la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 6 de Bilbo que declara improcedente ese despido.

El conflicto que afecta a este centro cultural tiene muchas idas y venidas, y muchos cambios sorpresivos de actitud hacia la siempre cuestionada gestión de Gonzalo Centeno. Continuamente en el ojo del huracán, tenía el respaldo de su partido -fue durante varios años secretario general del PSOE de Barakaldo- hasta que en mayo de 2008, los socialistas votaron en el Parlamento de Lakua, a propuesta del PP, solicitar al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas que fiscalizara las cuentas del teatro en los ejercicios 2005, 2006 y 2007 ante el anómalo funcionamiento detectado. Durante años había recibido acusaciones de prepotencia y de irregularidades en su gestión. Una multa de medio millón de pesetas por incumplir las medidas de prevención contra incendios, un teatro con un agujero económico importante y, finalmente, la presentación en noviembre de 2009 de una denuncia por un trabajador por acoso laboral terminaron por precipitar la salida de Centeno del centro cultural. De fondo, según el PNV, las luchas intestinas del PSOE en Ezkerraldea.

La sorpresa

El pasado día 2 saltaba la sorpresa al conocerse la sentencia que declaraba improcedente el despido de Centeno y exigía su reincorporación y una importante indemnización. Ante esto, el Consejo del Teatro, con los votos del PSOE e Izquierda Abertzale, decidió forzar su salida. Críticos con esta medida IU, PNV y PP. «Durante años, estos grupos políticos, además de criticar profusamente la gestión de dicho director, han demandado también la aplicación de las medidas disciplinarias contra el mismo», quiso recordar ayer el concejal abertzale, quien enfatizó ese cambio de actitud. Por el contrario, apuntó que, si se realiza un repaso a las «actas y la hemoroteca, también se observará que la actuación de la Izquierda Abertzale ha sido en todo momento de una coherencia intachable. Denunciamos los desmanes de Centeno al frente del teatro, bien en solitario o coincidiendo con otros grupos politicos, demandando medidas disciplinarias contra él mismo e incluso, el despido».

Las irregularidades respecto a la plantilla -se apunta que trabajaban, por ejemplo, sin convenio y que entraron sin hacer prueba alguna- son algunos de los extremos que recuerda IA, mientras que apunta, entre otros asuntos, que en la sentencia del juzgado que obliga a contratar de nuevo a Centeno «no se han respetado las competencias jurisdiccionables presentes: sociales, mercantiles, administrativas», ni se ha tenido en cuenta el acta de Inspección de Trabajo que confirmaba la existencia de acoso laboral.

«Entendemos que la actuación del PNV, PP e IU de defensa numantina de Centeno, lejos de favorecer los intereses del teatro, sólo beneficia a los intereses económicos del señor Centeno que, estando en su derecho de reclamarlos, no pueden ser compartidos por quienes han manifestado su total desacuerdo con su gestión. Si fueran coherentes con lo manifestado durante años, estos grupos también deberían haber apoyado su despido», apunta IA.