Israel dio luz verde ayer a la construcción de nuevas viviendas en una colonia ilegal de Cisjordania, a pesar de la moratoria que decretó, justo el día en el que el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, comenzó una visita oficial destinada a relanzar el «proceso de paz».

El anuncio israelí se produjo mientras la Autoridad Palestina aceptó, sin entusiasmo, el principio de iniciar durante un tiempo limitado (cuatro meses) conversaciones indirectas a través del enviado estadounidense, George Mitchell.

Gilad Erdan, ministro de Medio Ambiente, anunció ayer por la mañana la construcción de 112 viviendas en la colonia de Beitar Illit, cerca de Belén.

«A finales del año pasado, el Gobierno [israelí] decidió congelar la construcción, pero esta decisión preveía excepciones en caso de problemas de seguridad para las infraestructuras en las obras que ya habían comenzado antes de esta congelación», explicó Erdan.

«Es el caso de Beitar Illit», añadió este ministro del Likud, la formación del primer ministro, Benjamin Netanyahu.

La moratoria de diez meses sobre la ampliación de colonias sionistas ilegales fue adoptada en noviembre por Netanyahu, pero no se ha aplicado en Jerusalén Este ni en las 3.000 viviendas que ya estaban construyéndose en Cisjordania.

Erdan trató de quitarle importancia a la coincidencia del anuncio con la llegada de Biden, que hoy se entrevistará con dirigentes palestinos en Jerusalén y mañana con la Autoridad Palestina en Ramallah.

Central nuclear

Asimismo, el ministro israelí de Infraestructuras, Uzi Landau (Israel Beitenu), anunciará hoy en una conferencia en París que Israel está estudiando construir una central nuclear con la ayuda del Estado francés, según informó ayer el Ministerio, que destacó que ya han mantenido contactos con el Gobierno francés.