Italia permaneció ayer sumida en el caos a causa del fuerte temporal que asola el país, con abundantes nevadas en el norte y fuertes lluvias en el sur, que provocaron inundaciones y corrimientos de tierra.

A consecuencia de las fuertes nevadas que cayeron sobre el país en la noche del martes a ayer miércoles, se cerró el aeropuerto de Bolonia, en el centro de la península.

Venecia, al norte, donde también se registraron grandes rachas de viento (de hasta 80 kilómetros por hora), apareció cubierta por un manto de nieve.

Además, la nieve dejó atrapados a centenares de personas en la autopista entre Roma y L'Aquila. La misma situación se repitió en lugares como Umbría o Liguria.

En la región sureña de Calabria, la provincia de Catanzaro fue escenario de inundaciones por las fuertes lluvias que cayeron durante toda la noche. Lo mismo sucedió en el sur de Salerno, donde la lluvia no dejó de caer en 24 horas.

En la ciudad de Mili, un alud afectó a varias casas e hirió levemente a una persona, aunque las autoridades afirmaron que lo peor ya pasó.