La cooperante catalana Alicia Gámez fue liberada ayer por Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), organización que la tenía retenida en Mali tras su secuestro junto a otros dos trabajadores humanitarios catalanes, Roque Pascual y Albert Vilalta, el 29 de noviembre cuando se dirigían en un convoy de ayuda hacia Nouakchott, capital de Mauritania. La ciudadana italiana Philomene Kabouré, cuya liberación había sido también anunciada ayer, continúa en manos de sus secuestradores junto a su marido, Sergio Cicala, según informó la Presidencia de Burkina Faso.

Una fuente de la Jefatura de Estado burkinea agregó que las autoridades de Ouagadougou continúan «tratando de negociar la liberación» de los dos cooperantes catales y la pareja de italianos, capturada en el sudeste de Mauritania cuando se dirigía en coche hacia Burkina Faso.

El Gobierno español, cuyos servicios diplomáticos y de inteligencia han trabajado en la liberación de los secuestrados catalanes, aseguró que no ha pagado rescate por Gámez.

A su llegada a Barcelona, la cooperante liberada afirmó estar muy feliz de volver a casa, pero afirmó que su felicidad no será completa hasta reencontrarse con sus compañeros en la ONG Barcelona Acció Solidaria que siguen secuestrados.

Afirmó que los dos se encuentran bien. «Fuimos bien tratados, con respeto y nos han atendido bien teniendo en cuenta las difíciles condiciones propias del desierto», aseguró en una breve declaración.

En anteriores secuestros en el Sahel, la organización islamista ha liberado también a las mujeres bastante tiempo antes que a los hombres que mantenía en su poder.