Parece que la caída sufrida hace unos días es ya sólo un mal recuerdo para Alberto Contador (Astana). El número uno mundial probó ayer sus fuerzas en los últimos kilómetros de la tercera etapa de la París-Niza, arañando unos segundos que le sirven para situarse séptimo en la general, a veinte segundos del nuevo líder, el alemán Jeins Voigt (Saxo Bank). La victoria parcial se la adjudicó el eslovaco Peter Sagan (Liquigas).

La adversa meteorología marcó la jornada desde el inicio, puesto que los 53 primeros kilómetros fueron suprimidos debido a la nieve. De este modo, se eliminó el paso por los dos primeros puertos, Cóte des Cars y Cóte de la Croix de Teulet, ambos de tercera categoría.

El frío y el agua no arredraron al habitual grupo de valientes, representado en este caso por un trío: Maes (Quick Step), Roelandts (Omega Pharma-Lotto) y Huguet (Skil-Shimano). Su ventaja llegó a ser de siete minutos, aunque el pelotón, comandado por el Caisse d'Epargne, les tuvo siempre en su punto de mira.

La caza se certificó a falta de seis kilómetros para la meta. Nicolas Roche pegó el primer hachazo y tras él se fueron Joaquim Rodríguez, Tony Martin y los mencionados Contador, Voight y Sagan, siendo éste último el más rápido en el sprint final. Lorenzetto, a seis segundos, encabezó un grupo perseguidor en el que estaban Samuel Sánchez y Romain Sicard.

Hoy se disputa la cuarta etapa,entre Maurs y Mende (173,5 kilómetros), jornada de montaña con un final de 3 kilómetros al 10% de desnivel.

Tirreno-Adriático

El alemán Linus Gerdemann (Milram) se impuso al sprint en la primera etapa y se convirtió en el primer líder de la Tirreno-Adriático. Los 148 kilómetros casi llanos entre Livorno y Rosignano Solvay presagiaban una llegada al sprint y se cumplieron las previsiones. Tras el germano entraron el español Pablo Lastras (Caisse d'Epargne) y el danés Matti Breschel (Saxo Bank).