La sociedad griega mantiene el pulso en la calle frente a los planes de ajuste
Las medidas de ajuste fiscal y de recorte del gasto público anunciadas por el Gobierno griego siguen siendo objeto de una dura costestación por parte de sindicatos, partidos de izquierda y el conjunto de la sociedad helena, que ayer protagonizó la segunda huelga general en dos semanas. El paro afectó a todos los servicios del país, y en las calles de las principales ciudades se manifestaron decenas de miles de personas. En Atenas hubo enfrentamientos con la Policía.
GARA
Grecia vivió ayer su segunda jornada de huelga general en apenas dos semanas para protestar contra los planes de ajuste que pretende implantar el Gobierno de Yorgos Papandréu, el último de ellos aprobado el pasado 5 de marzo, y con el que pretende ahorrar 4.800 millones de euros. Para ello, prevé congelar las pensiones de jubilación y que los 600.000 funcionarios renuncien a hasta un tercio de sus ingresos por pluses y extras que cobraban hasta ahora. Asimismo, llenar el depósito de gasolina saldrá más caro, entre 3 y 8 céntimos por litro, y el IVA subirá entre un 0,5% y un 2%, dependiendo del producto.
El paro de 24 horas, convocado por los principales sindicatos, dejó al país heleno desde primera hora de la mañana sin transporte y sin servicios, lo que afectó a la actividad de las principales ciudades. Bajo el lema «la crisis que la pague la plutocracia», los sindicatos llamaron también a los trabajadores a manifestarse en varias ciudades, llamamiento que fue secundado masivamente.
Todo cerrado
Todos los aeropuertos, incluido el internacional de Atenas, permanecieron cerrados desde la medianoche del miércoles, lo que supuso la cancelación de cientos de vuelos y la modificación de los horarios de varias decenas más, a raíz de la participación de los controladores aéreos en las protestas.
Los barcos y los servicios de trenes estuvieron detenidos, los hospitales y los servicios de administración de luz, telefónica y agua funcionaron con personal de emergencia, muchos bancos trabajaron con un mínimo de personal, y los colegios estuvieron cerrados. También estuvieron cerradas las oficinas de servicios estatales, mientras que los medios de información transmitieron sólo música y programas de entretenimiento, ya que los periodistas se sumaron a la huelga.
En Atenas, donde se reunieron unos 20.000 manifestantes, hubo enfrentamientos entre grupos de encapuchados y agentes antidisturbios de la Policía griega, que causaron trece heridos y se saldaron con la detención de veinte personas.
Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, Yorgos Papandréu y Jean-Claude Juncker, máximos mandatarios del Estado francés, Alemania, Grecia y del Eurogrupo, respectivamente, pidieron ayer a la Comisión Europea (CE) que investigue la especulación con los llamados CDS (Credit Default Swaps) o seguros contra impagos. Los cuatro hacen esa propuesta en una carta conjunta, con fecha del 10 de marzo y publicada ayer por el Elíseo, dirigida al presidente de turno de la Unión Europea (UE) y jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso. En ella, solicitan a Bruselas que abra una investigación «lo antes posible» para determinar «el papel y el impacto de la especulación con CDS sobre obligaciones de los Estados europeos».
Si esa investigación revela la existencia de «abusos de mercado» o pone en evidencia que la especulación tiene «un impacto considerable sobre los tipos de interés», prosigue la misiva, «debemos examinar rápidamente medidas y, llegado el caso, adoptar los textos legislativos o reglamentarios necesarios para poner fin a eso». El análisis de la Comisión, añaden, debería servir para la adopción de medidas concretas como la imposición de un periodo mínimo de posesión de CDS o la prohibición de «transacciones especulativas» sobre este tipo de productos financieros que, a cambio de una prima, obligan al suscriptor a asumir los impagos que se produzcan. Apuestan, asimismo, por «intensificar las iniciativas europeas» dirigidas a reforzar la transparencia del mercado de los productos derivados. GARA