Sergio está a un paso de renovar automáticamente con Osasuna por un año más. Será así cuando el defensa asturiano juegue tres envites ligueros más -será titular ante el Atlético- y, con ello, cumpla con una de las cláusulas de su actual contrato: disputar la mitad de los encuentros oficiales del equipo.

El central prefirió ser cauto al respecto porque «de momento la cosa va bien, pero esto es como los partidos, que, de repente, cambia todo. Toco madera por si acaso», dijo entre risas. En realidad, el espigado jugador lo tiene prácticamente hecho porque, de no mediar una inoportuna lesión, es un fijo en el esquema de Camacho y uno de los futbolistas más en forma en estos momentos.

«Me encuentro bien, ya que he podido tener otra vez continuidad, el equipo ha venido ganando hasta hace poco y está en una posición cómoda, la verdad es que se dan todos los condicionantes para que se pueda cumplir (la renovación), pero hasta más adelante no se podrá saber», expresó con cautela.

A la espera de Aranda

Los ejercicios de triangulación y posesión, además del partidillo a campo completo, no desvelaron grandes novedades respecto al once que Osasuna puede alinear en el Vicente Calderón. Lo más reseñable es que se puede intuir que el doble pivote estará formado por Nekounam y Vadocz -ambos jugaron juntos en uno de los equipos-, lo que volverá a dejar a Puñal fuera del once. El buen momento del húngaro, que dio uno de los sustos de la sesión tras sufrir la entrada de un compañero, ha puesto muy caro jugar en el eje de la medular y el capitán puede ser el sacrificado.

El mayor contratiempo del entrenamiento fue la retirada prematura de Carlos Aranda, debido a que el atacante malagueño sufre unas molestias musculares en el adductor mediano izquierdo. Hoy se le volverá a valorar por los servicios médicos para conocer si estará en condiciones de disputar el choque contra los colchoneros.