Raimundo Fitero
Casi normal
En estos momentos hay una agria polémica con el programa de La Sexta «Generación Ni Ni» que intenta hacer un retrato generacional parcial a través de jóvenes de ambos sexos que conviven en un espacio sujetos a programas de intento de cambio de algunos comportamientos muy extendidos en muchas capas sociales. No son individuos de situaciones desestructuradas o extremas, y a ello contribuye el que sus tutores forman parte activa del propio programa televisivo, por lo que lo que hacen, cómo lo hacen, lo que dicen, el lenguaje en el que lo expresan y las relaciones entre ellos y ellas, aunque duela, aunque puedan significar en ocasiones la confirmación de un fracaso colectivo, se acerca bastante a lo que es la realidad. Se acercan mucho a lo normal.
Por lo tanto, la violencia contenida, la agresividad verbal y física contenida por la situación en la que viven, mediatizada por las cámaras, la presión que sienten por los sicólogos, es decir por el mecanismo del programa contribuye a que se desarrollen aspectos de sus personalidades que traen de atrás, de su educación, su manera de entender la vida. Y aparece el machismo, como una reserva de perpetuación de algo que, por lo visto equivocadamente, dábamos por superado. Y en ese machismo en estado bruto, o subliminal, en ese tratamiento de aparente igualdad entre s sexos, nos lleva a ver comportamientos que se inscriben directamente en abusos sexuales. Con todos lo matices que se quiera, en lo que se ha podido ver hay un tono de broma, una especie de ambiente propicio, pero si se mira con rigor, es eso, un abuso, aunque sea un abuso de confianza, pero que puede considerarse una agresión sexista.
De ahí viene la polémica, las dudas sobre si este programa cuadra con la programación general de la cadena, si se debe consentir que se emitan esas imágenes. Lo cierto es que el programa no va bien, sus audiencias son bajas, que ha sido traslado de horario y que quisiéramos entender que este tipo de escenas, que se producen, no salen ahora como un reclamo de audiencias, sino para mantenerse en su estilo, en su objetivo: mostrar a una parte de la juventud tal como es. Sin censuras.