El emisario de la ONU para el Sahara Occidental, el diplomático Christopher Ross, clausuró en Argel su gira por la región, constatando la dificultad de acercar posiciones de las partes en conflicto e hizo un llamamiento a «la plena cooperación». Ross llegó a la capital argelina el lunes desde Nouakchott, donde reconoció que el conflicto de Sahara Occidental se encuentra «en punto muerto». Ayer fue recibido por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, y al término de la entrevista recordó que el objetivo de su visita es conseguir una solución «aceptable por ambas partes».