Vive horas muy bajas después de que fuera uno de los centros de atención en el mercado veraniego de fichajes, tras su formidable final de campaña en el que se convirtió por segunda vez en bota de oro. Seguramente el que no se hubiese materializado dicho traspaso -Barcelona y Real Madrid suspiraron por él- ha sido una de las razones fundamentales del bajo estado de forma de Diego Forlán.

Sin embargo, tal circunstancia no debe llevar a engaño, pues el ariete charrúa suele despertar de su letargo cuando se enfrenta al Athletic, quien ha visto en más de una ocasión cómo ha pagado los platos rotos cuando el acierto del uruguayo ha sido cuestionado.

En seis temporadas, incluida la actual, Forlán ya le ha endosado diez goles a la escuadra rojiblanca, ocho de ellos en los últimos tres años, lo que acentúa todavía más su reciente racha anotadora cada vez que se ha medido con el equipo vizcaino.

De hecho, la campaña pasada anotó la mitad de esos ocho citados. Uno en la victoria (2-3) que cosechó el conjunto de Caparrós en el Calderón, amén de un hat-trick en la goleada que le devolvieron los colchoneros al Athletic en la penúltima jornada en San Mamés por 1-4.

Sólo el Barcelona, también con diez tantos en contra, ha sufrido tanto el potencial ofensivo del delantero sudamericano en la competición de la regularidad, donde acumula 200 partidos, cumplidos el pasado domingo frente al Mallorca, con un balance de 115 goles, 54 con el Villarreal y los otros 61 con el Atlético.

«Partido clave para ellos»

Gorka Iraizoz quiso restar presión a su equipo para el encuentro de mañana y trasladársela a su rival, para quien consideró que se trata de un «partido clave». «Jugar una final no te asegura los puestos europeos, ni mucho menos. Lo que nos ocurrió a nosotros el año pasado es algo fuera de lo normal», avisó el guardameta navarro.

«Ellos no lo tienen asegurado -prosiguió- y tendrán que aplicarse también en la Liga por lo que pueda suceder en la final, que, si no me equivoco, es después de acabar la temporada y se pueden quedar sin nada. Ellos lo tienen claro y este partido es clave en esa situación».

Para Iraizoz, en este caso jugar fuera de casa supone más un factor a favor que en contra porque «ya sabemos cómo es la afición del Atlético, muy exigente con su equipo». Frente a las urgencias colchoneras, el Athletic va a contraponer el convencimiento en sus propias posibilidades, ya que ahora mismo «somos un rival muy difícil de ganar para cualquier equipo».