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EUROLIGA

El ocaso de un mito

El «Carácter Baskonia» tocó fondo ayer en Moscú ante el CSKA, en un partido en el que los azulgrana se quedaron sin respuesta en el primer cuarto y se dejaron llevar durante más de treinta minutos.

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CSKA MOSCÚ 86

C. LABORAL BASKONIA 63

Jon ORMAZABAL

Llevaba semanas moribundo, pero el mito del «Carácter Baskonia» quedó definitivamente enterrado ayer en Moscú. Y es que, al margen de una gran campaña de imagen, el eslogan que sirvió durante años para sintetizar el crecimiento de un club nunca estuvo tan lejos de la realidad como ayer, cuando el orgullo azulgrana fue pisoteado sin oponer ninguna resistencia.

Sin tener que esperar a los datos de las audiencias, seguro que no ha habido ningún partido del Baskonia en el que tantos aficionados azulgranas, hastiados de sufrir con su equipo, desconectasen sus televisores o prefiriesen cualquier otra opción de la nefasta parrilla televisiva. Porque ayer ver al Baskonia, o a ese grupo que se enfrentó al CSKA dolió, mucho, y en el alma, a todos los que hemos disfrutado tanto con un club cuyo palmarés se queda corto para la cantidad de sensaciones que ha hecho vivir.

El fiasco de ayer en Moscú, sin embargo, supuso el derrumbamiento de muchos mitos, no ya por la derrota, que puede ser asumible hasta en el marcador, sino por la sensación de que todo está decidido y de que dar la vuelta a la serie es incluso más poco probable que la carambola que se dio ante la Cibona.

El espíritu, las ganas, la rabia y la testosterona han sostenido durante años el discurso del «equipo de ciudad pequeña que lucha contra mastodontes continentales», pero sin rastro de estas cualidades, la prosa suena a vacía y propicia episodios tan duros como el de ayer.

La brecha aumenta

Y es que, tantos partidos importantes sin ni siquiera competir ante los grandes han hecho que la brecha económica que separa al Baskonia de los equipos que le preceden se haya convertido en un socavón imposible de superar, dando lugar a ejercicios de impotencia como el vivido en el Sports Hall de Moscú.

La marcha de jugadores determinantes en su puesto ha sido una constante en la historia reciente, pero hoy por hoy, sólo Tiago Splitter es un primer espada en su puesto y un panorama sin el brasileño empieza a dar bastante miedo.

Y este miedo se convierte en pavor tras comprobar que no hubo el más mínimo gesto de reacción, ni siquiera esos dos minutos que hacen soñar a los más optimistas, la plantilla, el banquillo y casi la totalidad de la masa social azulgrana dio el partido por perdido a los ocho minutos y ése es el peor síntoma que puede padecer un club de estas características.

Y el partido no estuvo sentenciado desde el salto inicial porque dos triples de English y otro de Teletovic sirvieron para aguantar al Baskonia hasta mediado el primer cuarto. Sin embargo, una vez se terminó el acierto, se acabaron las pocas opciones que se le vislumbraban al equipo de Ivanovic.

Porque para entonces ya se apreciaban esos síntomas que viene padeciendo en las últimas semanas, a saber, ausencia de una defensa lo suficientemente sólida, la sangría reboteadora y la falta de un patrón ofensivo al margen de los lanzamientos desde 6,25, que se vio reflejada en las cinco pérdidas del primer cuarto.

El tiempo pasa sin que nadie sea capaz de poner remedio y sobre todo de poner soluciones a estas carencias, algo que puede solventarse ante equipos medios, pero que resulta absolutamente imposible ante equipos como el CSKA.

Sin defensa

La incapacidad de defender con la consistencia necesaria, los rebotes y las pérdidas volvieron a ser los lastres de un equipo que sigue sin saber cuál es su patrón de juego.

Partizan

El equipo serbio protagonizó la única sorpresa de la primera jornada tras ganar 77-85 en Tel Aviv. El Barcelona ganó 68-60 al Madrid y Olympiacos sufrió para ganar al Prokom 83-79.

«Se puede perder, pero no sin luchar»

Mirza Teletovic fue el más expresivo a la hora de valorar lo hecho por el equipo ayer en Moscú. «Se puede perder pero no de veinte puntos sin luchar y bajando la cabeza», declaró el bosnio. «En partidos así hay que luchar, ayudar en cualquier sentido, ir a rebote, intentar robar el balón... Si no estás bien en ataque hay que defender, intentar algo y nosotros no hemos intentado nada», agregó en declaraciones a Radio Vitoria.

De todos modos, el ala pívot no arroja la toalla para mañana. «Este partido lo hemos perdido pero hay que dar todo para ganar el siguiente, hay que ir paso a paso. No creo que el CSKA sea algo especial, creo que se le puede ganar y ya lo demostramos cuando nos ganaron la última vez con el tiro de Langdon. Pero en el partido de hoy no hemos hecho nada».

Dusko Ivanovic, por su parte, explicó que «hay que estar enfadado con la manera que hemos jugado. Hemos jugado un partido de cuartos de final como si nada. Si cambiamos de actitud, creo que tenemos opciones para estar en la Final Four», declaró el entrenador baskonista. J.O.

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