Colectivos sociales de diversos municipios vizcainos como la Asamblea de Parados de Sestao, la Asamblea de Afectados de Bilbo, Berri-Otxoak, Danok Lan, Elkartzen, Mujeres del Mundo, la Posada de los Abrazos y SOS Racismo, marcharon ayer por la Gran Vía Bilbaina, entre el Palacio Foral y la Plaza Circular, ataviados como cofrades y penitentes tras el paso de «Santa Paciencia, patrona de todas aquellas personas y familias afectadas por la crisis económicas y por los recortes presupuestarios y legislativos en materia de protección social».

Los impulsores de la iniciativa resaltaron que el acto persigue mostrar «la penitencia» por la que atraviesan los afectados por el desempleo, la crisis y las dificultades para llegar a fin de mes».

Destacaron un dato; en Bizkaia 3,500 expedientes de otras tantas familias que demandan algún tipo de cobertura social se hayan pendientes de resolución. Según denunciaron, con la misma plantilla en los servicios sociales es imposible atender a un número mucho mayor de demantes, con lo que se está dando «un atasco», que hace que los expedientes hayan pasado de tardar dos o tres meses en resolverse, a 8 a 9 meses. «Esta situación está agravando las situaciones de paro, precariedad laboral y pobreza que ya vivían miles de familias vizcainas», según resaltaron.

A los retrasos en las resoluciones se unen los recortes anunciados por el Ejecutivo que preside Patxi López. Apuntaron que los planes de Lakua son «especialmente sangrantes» para personas con empleo precario, el 35% de las familias preceptoras de las ayudas sociales, ya que «verán que sólo pueden complementar sus bajos salarios durante dos años y después se les suspenderá el cobro de la ayuda social, aunque sigan con contratos en precario y sueldos míseros», explicaron durante el acto.