El Consejo de Estado, la más alta jurisdicción administrativa francesa, descartó ayer una prohibición total del velo islámico integral, pero considera que es justificable obligar a llevar la cara descubierta «en algunos lugares» por motivos de seguridad.

«A juicio del Consejo de Estado, una prohibición general y absoluta de vestir velo integral no tendría ningún fundamento jurídico incontestable», indica el Consejo de Estado en el informe que ayer envió al primer ministro francés, François Fillon.

«En cambio, el Consejo de Estado considera que la seguridad pública y la lucha contra el fraude, reforzadas con las exigencias propias de algunos servicios públicos, permiten justificar las obligaciones de mantener descubierto el rostro, sea en algunos lugares, sea para efectuar algunas gestiones», añade el informe.

Fillon pidió a finales de enero al Consejo de Estado que propusiera «soluciones jurídicas» para permitir al Gobierno elaborar un proyecto de ley que previera una «prohibición del velo integral lo más amplia y eficaz posible».

A partir de ahora se espera que el proceso se acelere en esta cuestión que afecta a menos de 2.000 musulmanas, según datos del Ministerio francés del Interior, pero que ha servido para provocar una agria polémica en el Estado francés.

El primer ministro instó el lunes a los diputados de la UMP a legislar «en las próximas semanas». Según en el ministro de Relaciones con el Parlamento, Henri de Raincourt, el examen de los textos debe comenzar en abril.

Fillon indicó que propondrá a los parlamentarios que proclamen «alto y fuerte los grandes principios que rigen la República» y que vayan «lo más lejos posible por la vía de una prohibición general del velo integral, respetando los principios generales del derecho».

Bélgica va más allá

Bélgica, mientras, se prepara para aprobar una norma más restrictiva que la del Estado francés, ya que prohibirá completamente el uso del velo integral en cualquier espacio público, incluidos la calle, caminos, jardines, instalaciones deportivas y cualquier edificio en el que se ofrezca un servicio público.

La propuesta cuenta con el apoyo de los cinco partidos que forman el Gobierno belga (liberales y cristianos demócratas flamencos y valones y socialdemócratas valones), según explicó a France Presse un portavoz del MR, el partido liberal valón.

La propuesta fue aprobada ayer por la Comisión de Interior de la Cámara de Representantes belga.