«Convivencia democrática y deslegitimación de la violencia»
Lakua pretende que los escolares participen en los homenajes a víctimas de ETA
El Gobierno de Lakua quiere que los escolares participen en los actos de homenaje a las víctimas de ETA tanto realizando celebraciones de homenaje en los propios centros educativos como colaborando con los ayuntamientos en la elaboración del denominado «mapa de la memoria». Estas iniciativas figuran en el primer borrador del plan de «convivencia democrática y deslegitimación de la violencia» presentado a los grupos parlamentarios la pasada semana.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El objetivo de hacer «asumir la centralidad y presencia de las víctimas en la deslegitimación de la violencia» será llevado hasta las últimas consecuencias por el Gobierno de Lakua, que pretende que los niños y las niñas se involucren y participen directamente en los homenajes a las víctimas de ETA.
Así se recoge en el «Plan de convivencia democrática y deslegitimación de la violencia» con el que el Ejecutivo de Patxi López pretende reformular el «Plan Vasco de Educación para la Paz y los Derechos Humanos» puesto en marcha por el Gabinete tripartito de Ibarretxe. El cambio de nombre del propio plan resulta ya enormemente significativo.
El primer borrador del nuevo proyecto fue entregado la semana pasada por el consejero de Interior, Rodolfo Ares, a los diferentes grupos parlamentarios, que tienen hasta el próximo 12 de abril para presentar sus propuestas.
Por si en algún momento hubiera alguna duda sobre a qué «víctimas del terrorismo» se refiere Lakua, en la página 10 del texto se recoge textualmente que «la orientación básica de la revisión del plan» del anterior Ejecutivo tiene por prioridad «la deslegitimación de la violencia terrorista existente en nuestra sociedad, que no es otra que la que ejerce ETA».
El «mapa de la memoria»
El Departamento de Interior de Rodolfo Ares anunció en noviembre pasado la elaboración de un «mapa de la memoria» de las víctimas de ETA, que según la nota oficial publicada por el Gobierno «reflejará cada lugar en el que la banda terrorista haya cometido actos violentos».
Y lo que se pretende ahora es que los centros escolares participen en la organización de los actos que se realicen en cada municipio y también en la «celebración de homenajes en los centros educativos».
El Gobierno de López propone «la implicación de los centros en la iniciativa». Una de las fórmulas es la «participación en el diseño del símbolo conmemorativo que el ayuntamiento vaya a colocar». Además, la Dirección de Víctimas sugerirá a los municipios que «los centros pueden ayudar en la elección del lugar más adecuado, pueden realizar propuestas de diseño de la obra y pueden participar en la compresión del proceso de creación junto al artista». El Departamento de Educación colaborará con los ayuntamientos y centros que deseen participar en la iniciativa.
Además, se propone la celebración de homenajes en las propias escuelas. Según el plan gubernamental, «esta iniciativa surge de los propios centros y su entorno». Y se anuncia que «las actividades a realizar son múltiples y el Departamento apoyará las iniciativas».
El «Día de la Memoria»
Además del «Plan de convivencia democrática y deslegitimación de la violencia», el Gobierno de Lakua tiene previsto ins- titucionalizar también el denominado «Día de la Memoria». Se intenta dotar al «espacio» del mapa de un «tiempo» que permita que sea «permanente y duradero». Según la propuesta entregada por el consejero de Interior, Rodolfo Ares, a los grupos parlamentarios, dicho día se celebraría el 10 de noviembre. La elección de la fecha se justifica en que es una de las pocas del calendario que «no está marcada por la existencia de un atentado terrorista con víctimas inocentes asesinadas».
En los planes gubernamentales se recoge que «la participación activa de la comunidad educativa en la celebración del Día Institucional de la Memoria tiene un especial sentido». Se avanza que «un escrito conjunto de la Dirección de Víctimas y el Departamento de Educación invitará a esta acción».
Las intenciones de la Consejería de Interior son que en esa jornada los niños y niñas no sólo realicen actos en sus respectivos centros escolares, sino que desea estimular «su participación en las actividades de distinto signo que pueden desarrollarse en cada municipio».
El plan anterior, «tímido»
El «Plan de convivencia democrática y deslegitimación de la violencia» parte de la consideración de que la iniciativa puesta en marcha por el Ejecutivo de Ibarretxe era demasiado genérico en la defensa de los derechos humanos y, por ejemplo, «expresaba con demasiada timidez la referencia a las víctimas». Por eso, ahora la referencia a éstas constituye la centralidad en la educación.
En este contexto resulta especialmente llamativa la estipulación de lo que es el correcto significado de «la neutralidad de los educadores ante las opiniones diversas de los alumnos que afectan a la ética». El Plan de Lakua considera que ésta «es conveniente, incluso necesaria» cuando las opiniones son sobre derechos humanos en general. «Pero, en cambio, es inadecuada y supone una claudicación moral cuando esas opiniones o convicciones contravienen lo que exigen los derechos. Cualquier apoyo al terrorismo, o cualquier justificación o comprensión, incurre en esta inadecuación. Es, por tanto, éticamente inadmisible desde los pará- metros de los deberes universales que se nos imponen. El educador no debe ser neutral ante ello».
Es decir, «los profesores deben tomar una posición clara y firme contra la acción terrorista de ETA, no permitiendo ningún planteamiento justificador o explicativo, que en la práctica cumplen la misma función».
En las subvenciones a las asociaciones de padres se priorizarán las actividades de «reconocimiento de las víctimas».
La Ley de Víctimas del Terrorismo liderada por PSN y UPN dio ayer un nuevo paso al aprobarse en comisión el dictamen que será llevado ahora a Pleno. Nafarroa Bai dio su aval a la toma en consideración inicial apostando por que en la tramitación se podría retocar el texto para incluir menciones a otras víctimas diferentes a las de ETA, pero ninguna de sus enmiendas ha sido aceptada. Por contra, se han introducido 30 aportaciones de UPN, 3 del PSN (que era el proponente), 8 de CDN y 2 de IUN.
El texto que será votado y aprobado ahora en el Pleno sólo cita a ETA. Dice que la Ley prestará «especial atención» a los afectados por sus atentados, «siempre que dichos actos sean reivindicados o que de una interpretación armónica de los hechos antecedentes, coetáneos o posteriores pueda deducirse que los daños se han causado por tal actividad terrorista». En función de ese criterio, se fija ya que la primera víctima de ETA fue la niña Begoña Urroz en 1960, aunque el atentado lo cometió otra organización.
La Ley introduce importantes ayudas económicas hasta para familiares con segundo grado de consanguinidad. Y amenaza con retirar subvenciones a los centros escolares que no difundan los programas impuestos.
GARA
El nuevo currículo educativo para la enseñanza obligatoria en la CAV introduce el concepto de «empatía hacia las víctimas» y obliga a los centros escolares a dar a conocer testimonios de personas afectadas por atentados de ETA. La consejera de Educación, Isabel Celaá, insistió en que este aspecto es obligatorio para todas las escuelas, aunque precisó que el modo en que se desarrolle, con la presencia física de las víctimas o a través de algún otro soporte, es decisión de las escuelas.
A las pocas horas de que el martes se conociera la aprobación de este nuevo decreto curricular, comenzaron a surgir ya voces de insumisión entre algunos padres y madres de escolares. En el informativo nocturno de Radio Euskadi, Ganbara, las cuatro llamadas de los oyentes se mostraron contrarias a este punto de los planes gubernamentales.
En una primera llamada, una mujer afirmaba que «a mí me queda un hijo en la educación pública con posibilidades de que familiares de víctimas puedan ir a clase. Mi hijo no va a asistir ese día a clase. Lo tengo clarísimo. Adoctrinamientos, los justos. Si a mis hijos les he intentado educar en valores y en respeto, yo no les voy a educar ni en el odio ni en el revanchismo».
Poco después de que esa llamada entrara en antena se producía otra en la que, esta vez un hombre, afirmaba que «estoy de acuerdo con la señora que ha llamado. Mi hijo tampoco va a ir porque esto no es más que un movimiento de ficha de PSE y PP para introducir su antivasquismo en las escuelas. Van a conseguir separar a padres buenos y padres malos, y lo que hasta ahora era armonía en el patio va a convertirse en rencillas y odio. Enhorabuena a esos demócratas».
Mientras en una tercera llamada se proponía que a los niños y niñas se les enseñara el valor de la justicia, la cuarta oyente volvía a incidir en que «llamo para decir que no estoy de acuerdo en que vayan esas víctimas a las escuelas. Tengo una hija en primero de bachiller y a mí no me interesa que vaya nadie de las víctimas del terrorismo, porque Edurne Brouard, la hija de Santi Brouard, también es víctima del terrorismo. ¿Ésta también va a ir a explicar?». En algunas páginas web podían encontrarse ayer actitudes similares.
Los planes gubernamentales, por contra, dan mucha importancia a la presencia directa de las víctimas de ETA en los centros escolares. «Defender la centralidad de las víctimas en los procesos de educación para la convivencia democrática implica que éstas se hagan presentes no indirecta o delegadamente, sino directa y activamente», puede leerse textualmente en el documento. En opinión de Lakua, hay «razones morales y pedagógicas» para ello.
Será la Dirección de Atención a Víctimas del Terrorismo quien «se responsabilizará de la calidad e idoneidad de los testimonios que se ofrezcan». Y la Consejería de Interior se encargará, «en colaboración con el Departamento de Educación», de la «selección, preparación y formación de las víctimas del terrorismo que vayan a participar en la prestación de su testimonio en las aulas, tanto a través de medios audiovisuales, como escritos o en directo». I.I.