Los cuatro finalistas del Campeonato de Parejas, Gonzalez-Laskurain y Xala-Zubieta, se dieron cita ayer al mediodía en el frontón Ogeta de Gasteiz para separar el material de cara a la gran final de este domingo. Y todos comieron perdices.

Si en los últimos días se le ha dado demasiada importancia -seguramente con razón- a la altura del frontis (es más bajo de lo normal), que puede ocasionar errores de los zagueros, el material no va a ser ningún problema para el espectáculo.

Las dos parejas quedaron satisfechas con las pelotas escogidas. «Me he quedado contento con el material. Me ha dado la impresión de que las de ellos tienen un poco más de bote que las nuestras. De Eibar a aquí hay menos diferencia entre sus pelotas y las nuestras», comentaba Gonzalez.

Así, el de Azkaine y Laskurain seleccionaron tres pelotas de 105, 105,2 y 105,8 gramos, mientras que Xala y Zubieta se decantaron por tres cueros más ligeros de 104, 104,4 y 104,5 gramos.

Fue tal la conformidad con el material, que a Zubieta incluso le gustó una pelota de sus rivales más que las suyas propias. El pelotari de Etxarri-Aranatz es, precisamente, uno de los más destacados de esta final. El más joven de los cuatro (acaba de cumplir 26 años) tiene un buen recuerdo del escenario de la final, ya que pocos meses después de su debut, allá por enero de 2004, el navarro disputó un encuentro por parejas en el que tenía a Aritz Begino como rival, otro pegador dentro del cuadro pelotazale.

El zaguero se acuerda de aquel partido porque no fue uno más. A pesar de que el frontis era más bajo que el de otros frontones, se pudieron contar numerosos rebotes. «Creo que fue debutar y a los pocos meses jugamos Aritz y yo aquí. Hicimos un montón de rebotes, pero también hicimos muchos errores los dos pelotaris. Era otra época, era un partido más para disfrutar, y en éste no creo que meta tantos rebotes», señaló el navarro.

Hacía tiempo que la localidad natal de Zubieta no gozaba de una final. El último pelotari en llegar a lo más alto fue Oskar Lasa. Es por ello que Etxarri se ha volcado con su nuevo ídolo, y el héroe lo va asimilando poco a poco: «Estoy cómodo. Hace ya dos o tres semanas que estamos en la final y me ha dado tiempo a asimilarlo. En toda la semana estoy intentando llevar un ritmo normal, como lo suelo llevar siempre. No obstante, las dos últimas semanas han sido una pasada. Prácticamente todos los días he tenido un par de sesiones con la prensa».

Otro de los nombres propios de esta final es el de Aritz Laskurain. El experimentado zaguero sabe lo que es disputar un encuentro de estas características en el escenario alavés. Se jugó la txapela hace dos años, con Titín III de compañero, ante Olaizola II y Mendizabal II. En aquella ocasión no pudo recompensar a sus seguidores al caer derrotado 22-17.

Pero el tiempo pasa y todas las finales son diferentes: «Sí que hemos llegado en una forma diferente. Yo, personalmente, estoy disfrutando más en la cancha que entonces, pero el día de la final puede pasar cualquier cosa. Lo importante será entrar centrado, controlando los nervios», reconocía el zaguero de Soraluze, quien prevé un encuentro muy peleado y duro. «Creo que no habrá muchos huecos si los cuatro sabemos controlar los nervios. No creo que el partido sea muy rápido. Será muy peleado, se echará mucha pelota atrás y los delanteros tratarán de terminar los tantos, después de un duro trabajo».

Su rival en los cuadros de atrás es de la misma opinión y cree que la clave estará en la zaga: «El pelotari que mejor trabaje desde el 6 o el 7, cogiéndole la espalda al otro, tendrá mucho ganado. Para los zagueros, a partir del 7 es muy difícil coger altura; entonces, si los delanteros están inspirados el zaguero que coge el sitio tendrá más facilidades».

No se desvía de ese pensamiento Xala. El delantero de Lekuine llegará al Ogeta con la mentalidad y responsabilidad de finalizar los tantos: «La lucha está en todos los sitios. Los delanteros, si tenemos pelota adelante, tendremos que acabar, y atrás también estará la clave».

Txapela hacia Lapurdi

Gane quien gane esta txapela, lo que está claro es que Ipar Euskal Herria tendrá a un nuevo campeón a partir del domingo.

El final de 2009 y el comienzo de este 2010 está siendo una gran temporada para esta tierra que cuenta con pocos pelotaris respecto a los demás herrialdes. Gonzalez se proclamó campeón del Cuatro y Medio en el mes de diciembre al vencer en la final a Juan Martínez de Irujo por 22-18. Y ahora quiere otro nuevo triunfo.

En frente tendrá a un gran amigo como es Xala. Los dos pelotaris de Aspe han compartido horas y horas de entrenamiento y sufrimiento a lo largo de su carrera profesional, y los secretos no les valdrán de cara a la lucha por la victoria.

«Secreto no hay. Hace años que estamos entrenando los dos. Más que todo, es como un premio, porque los dos, entre comillas, franchutes en la final, creo que es una cosa inmensa, muy grande. Estoy muy bien, como nunca», afirmó Gonzalez.

El que ya ha ganado un título antes de disputar la final es Aritz Laskurain, ya que se ha llevado el galardón a la deportividad que reparte Kutxa, el patrocinador del campeonato. El zaguero recibirá al final del partido la escultura de Jorge Oteiza.

Lo cierto es que el de Soraluze tenía como rival directo a Zubieta, ambos en la final, algo que quiso recalcar Carlos Ruiz, director de comunicación de la entidad financiera guipuzcoana. Para el miembro de Kutxa, este hecho significa que «la deportividad y el éxito son compatibles». También se deberían sumar el espectáculo y la tensión, que seguro no faltarán a la cita.