«No quiero pasarme otro año en blanco, hablaré con el club cuando finalice la temporada»
JUGADOR DE OSASUNA
Se le auguraba un futuro prometedor a Jokin Esparza, surgido de la generación de Monreal, Azpilicueta y Oier, pero su carrera deportiva se encuentra frenada en estos momentos. El iruindarra no cuenta para Camacho, por lo que reclama más oportunidades para demostrar que ha madurado y progresado como para poner su granito de arena y ayudar a la escuadra navarra.
Natxo MATXIN
Se le dio dorsal porque no cuajó la operación con el colchonero Valera. Jokin se lo tomó como un reto, pero ha pasado desapercibido en lo que va de temporada. Al menos confía en que si se consigue pronto la permanencia, el técnico murciano dé oportunidades a los menos habituales para demostrar «el trabajo del entrenamiento».
A comienzos de temporada declaró que tenía un hueco en el equipo. Sin embargo, sólo faltan dos meses para que acabe la competición y ha jugado 25 minutos en Liga contra el Mallorca.
Sigo pensando que tengo un sitio en Osasuna, pero no he dispuesto de las oportunidades que me hubiera gustado. No creo que lo hiciera mal durante ese rato que dispuse frente al Mallorca, en cualquier caso, estoy muy motivado para seguir trabajando en el día a día.
¿Siente que esta campaña ha sido un año perdido en su trayectoria deportiva?
Para nada. A lo largo de esta temporada he aprendido y madurado muchísimo. Es cierto que se trata de una situación difícil y dura el hecho de no jugar, es como que no se demuestra lo que haces en los entrenamientos, pero de esta experiencia también se extrae algo positivo. Por ejemplo, saber valorar que eres un privilegiado en tu trabajo y que hay otra gente que está en situaciones bastante peores.
Tras su cesión en el Huesca, comentó que ello le había servido para crecer como persona y futbolista. ¿No ha sabido apreciar Camacho ese salto cualitativo que, a su juicio, ha dado?
Bueno, esa es una cuestión que me la guardo para mí. Lo que sí es verdad es que cuando decidí salir de casa para irme al Huesca me fue fenomenal, jugué muchos partidos y viví esa experiencia con mucha ilusión. La afición oscense me tenía mucho cariño, solía ser el revulsivo saliendo del banquillo.
A principios de la presente temporada el Salamanca estuvo tras sus pasos, pero el tema no cuajó. Visto lo visto, ¿se arrepiente ahora de no haberse marchado a otro equipo?
No, porque soy de los que piensa que el que no arriesga no gana. Modestia aparte, creo que dispongo de las suficientes ganas como para poder competir a este nivel con otros compañeros de la plantilla que tienen mucho nivel técnico y físico. Como digo, el haberme quedado en Osasuna me ha permitido valorar otros aspectos.
Pero lo que querrá es jugar y el mercado invernal fue una buena oportunidad.
Hubo la opción del Girona, pero la cosa no salió adelante. Aparte de que haya aprendido mucho a lo largo de este año, no voy a negar que lo que todo jugador quiere es tener minutos para demostrar su valía y, en ese sentido, me hubiera marchado encantado a otro equipo para poder tener opciones de jugar, sin embargo, el tema no cuajó.
¿Entre esos aspectos que dice haber mejorado está el de tomarse las cosas con más calma, que en su juego haya menos precipitación y más pausa?
Es algo que siempre se me ha achacado y en lo que he trabajado con más ahínco de un tiempo a esta parte, creo que he conseguido un mayor grado de madurez, aunque aún me queda mucho camino por recorrer, sólo tengo 21 años. De todas formas, tampoco quiero que ello suponga restar chispa a mi juego, es la característica principal de lo que puedo aportar al equipo sobre el césped.
Egoístamente, si Osasuna se salva cuanto antes, mayores oportunidades habrá para los menos habituales.
Ojalá el equipo consiga la permanencia a la mayor brevedad posible, por el bien de todos especialmente. Si luego hay oportunidades para mí, pues mejor. Estoy trabajando a tope para aprovecharlas, por ese objetivo es por lo que lucho.
Debutó con 18 años con el primer equipo y se hablaban maravillas de sus cualidades. Tres años después, ¿por qué se ha frenado esa proyección que se le auguraba?
Por aquel entonces lo veía todo muy bonito y es verdad que en cierta manera se ha visto truncada esa progresión, pero ni mucho menos estoy hundido por ello ni bajo de moral. Se trata de un obstáculo más que debo superar y mejor ahora que dentro de unos años.
Tiene dos años más de contrato con Osasuna, pero ni club ni usted pueden seguir así. ¿Qué opciones le quedan de cara a la próxima temporada?
No quiero pasarme otro año en blanco, cuando acabé la temporada hablaré con el club y decidiremos qué es lo mejor para mi futuro, si se produce otra cesión o debo rescindir mi contrato.