Ante la escasez de excusas para hacer fiesta entre las Navidades y las vacaciones estivales, los taberneros de Elorrio optaron por inventarse una nueva festividad: Erreka kaleko jaixak. De eso hace 25 años y en todo este tiempo estas fiestas han conseguido convencer a elorriarras y a foráneos que, tras Semana Santa, ocupan la localidad vizcaina dando rienda suelta al jolgorio y afianzando cada vez más esta fiesta.

Desde el viernes y hasta hoy, la céntrica calle está sumergida en la fiesta y, aunque debido a la crisis este año han tenido que apretarse el cinturón, según confirmaba a GARA el tabernero del bar Bikale Felix Salaberria, están celebrando a lo grande estos «veinticinco años de ilusión».

Doce establecimientos hosteleros trabajan codo con codo para hacer posible estas fiestas. Salaberria recuerda los inicios y asegura que entonces no eran tantos los bares que colaboraban, pero señala que el éxito de las fiestas ha hecho que todos los bares de la calle arrimen el hombro.

Rememora también cómo algunos criticaron esta iniciativa por considerar que su único fin era lucrativo. Salaberria, sin embargo, apunta a la necesidad como la principal razón: «Los costes, el alquiler de los locales... es tremendo, los hosteleros necesitamos de este tipo de fiestas para vivir».

Habitualmente, Erreka kaleko jaiak se celebran el fin de semana posterior a Semana Santa, aunque a veces han tenido que ser retrasadas o adelantadas para no coincidir con las fiestas vecinas de Abadiño o Matiena.

La docena de bares organizadores cuenta con la colaboración de empresas como Baqué, Heinneken o San Miguel, así como con la ayuda del Ayuntamiento, que es el que, entre otras tareas, se hace cargo del escenario o de la limpieza.

Grupos de casa y de fuera

Salaberria se lamenta por que la colaboración de las cuadrillas en la organización de este evento ya no tiene presencia. «Antes organizaban comidas populares... pero todo eso se acabó», comenta con tristeza.

El buen ambiente que se vive en estas jornadas hace que cada año las fiestas cojan más fama y atraigan a más foráneos. Y es que el programa no es para menos. La noche del viernes, día que arrancan las fiestas, suele estar dedicado a los grupos del pueblo. Gazte Itzala y Pisontxis fueron los encargados de abrir las fiestas. Ayer llegó el turno de la verbena con Trikizio y el concierto con los grupos de música Estricalla, Tres41 y Trastorno. La DJ Jaia puso el colofón final tanto ayer como el viernes.