Los rojillos marcan en el 1 y en el 89
Principio y fin de un sudado triunfo
Reencuentro con el gol casi en el pitido inicial gracias a una vaselina de Aranda y Vadocz cierra el partido cuando más lo necesitaba el equipo gracias a un tiro precioso. Nekounam se lesionó, su sustituto, Rúper, fue expulsado, pero el Zaragoza careció de mordiente.
OSASUNA 2
ZARAGOZA 0
Natxo MATXIN
Los rojillos dieron un paso de gigante para continuar un año más en Primera al sumar su segundo triunfo casero consecutivo y tendrán la oportunidad pasado mañana de encarrilar todavía más el objetivo de todas las temporadas si consiguen superar al Málaga, nuevamente en El Sadar. Los rivales que están metidos en el descenso no espabilan y la diferencia cada vez se hace más grande, ahora situada a once puntos, cuando quedan 21 en disputa.
Tras ganar al Zaragoza, las cosas se ven ahora de otra manera, pero para comprobar la importancia de estas dos últimas victorias -ante los maños y el Almería-, basta con hacerse una idea de cómo estaría ahora la escuadra de Camacho, caso de tener seis puntos menos. Se encontraría en la situación de Racing y el citado Málaga -llega con el cuchillo entre los dientes a Iruñea-, a sólo cinco puntos del Tenerife, que es quien cierra las posiciones que más queman de la clasificación.
La trascendencia de lo que había en juego seguramente provocó que el conjunto navarro no firmara uno de sus mejores partidos, aunque sí resultara práctico a posteriori. También tuvo su notable influencia el ponerse por delante en el marcador sin todavía haber sudado la camiseta ninguno de los protagonistas.
Aunque, bien mirado, mayor repercusión tuvo en el contrincante, quien se vio obligado a remar contracorriente el resto del envite sin conseguir superar el lastre que le supuso su despiste defensivo -nunca se puede dejar botar un balón largo- del minuto uno. Lo había advertido en la previa su técnico, José Aurelio Gay: «Si Osasuna se adelanta en el marcador, lo tendremos complicado».
El gol de Aranda -muy espabilado para incrustarse entre lateral y central izquierdos, amén de una certera ejecución- permitió a los anfitriones nadar y guardar la ropa, más esto último en el mundo de partido que todavía restaba. Tanto fue así que en muchos instantes, sobre todo ya avanzada la segunda parte, la confianza en la consistencia defensiva pudo confundirse con un peligroso repliegue a los cuarteles de invierno. La inoperancia maña ayudó lo suyo a que la solidez atrás pareciera incluso mayor, pero ello no evitó más de un sobresalto en la poblada grada.
Porque el Zaragoza no atinaba con la puerta de Ricardo, pero llegar, llegaba. Entre otras cosas, debido a que Osasuna cedió el esférico y se preocupó más de cerrar todos los huecos y salir rápido buscando la espalda desguarecida del enemigo. La táctica funcionó durante los primeros cuarenta y cinco minutos, pues las mejores ocasiones cayeron del lado rojillo.
Y Vadocz sacó su misil
Pandiani, Camuñas y Aranda pudieron cerrar el encuentro para la media hora. Pero al charrúa le faltó un pelo para que su cabezazo a un balón sin fuerza acabara en las redes -se estrelló en el poste-, el madrileño no concretó el rechace de esta misma jugada y al malagueño le tocó la de arena -quiso driblar a Roberto y el regate se le marchó- después de inaugurar el electrónico.
Arizmendi, por partida doble, y Gabi, de falta, ponían la réplica visitante, pero sin eficacia, una tónica que mantuvieron el resto del partido para mayor gloria de los rojillos. Sin embargo, lo exiguo de la ventaja local no hacía sino recordar pasados episodios para nada agradables de encuentros encauzados y posteriormente perdidos.
La situación, además, se fue enquistando, primero con la lesión de Nekounam poco antes del descanso y, más tarde, con la expulsión, a seis minutos para el final, de su sustituto, Rúper. La entrada del de Aiegi, que seguía la dirección del cuero en el aire, fue más espectacular que peligrosa y el castigo, severo.
Al menos esta vez la fortuna equilibró tantas tardes de merecimientos no correspondidos en forma de zambombazo que salió de las botas de un Krisztian Vadocz que llevaba tiempo probándolo desde fuera del área y ayer vio compensadas sus intentonas.
La victoria frente al Zaragoza permite a los rojillos abrir todavía más brecha con respecto a los puestos del descenso, ahora situados a una distancia de once puntos. Osasuna se aúpa a la decimosegunda posición, empatado a 37 puntos con el Almería, Espanyol y Sporting.
Contento por el resultado y por lo visto sobre el campo, el técnico rojillo, José Antonio Camacho, valoró como «muy importante» la victoria cosechada ante el conjunto maño, en especial por la «intensidad defensiva» mostrada por los suyos ante un equipo «que venía de una dinámica ganadora».
«El Zaragoza tiene hombres que juegan bien al fútbol y hoy (por ayer) han tocado en el centro y tenido algo más de posesión de balón, pero no han llegado con peligro a nuestra área. Hemos sabido contrarrestarles y las claras ocasiones de gol han sido nuestras», ahondó.
Junto a ello, el de Cieza expresó su satisfacción por el hecho de que el equipo hubiera hecho caso a sus consejos a la hora de encimar la puerta contraria. «Les pedí a lo largo de la semana más agresividad llegando al área, que la jugada acabara, con un centro, un tiro o una falta. En las anteriores jornadas hemos llegado mucho, pero no le dábamos finalización a esas jugadas», explicó.
En cualquier caso, el preparador osasunista también quiso dejar claro que ve demasiadas prisas en el entorno, «más de las necesarias», precisó, porque «todo el mundo quiere dar esto por finiquitado, ganar antes de jugarse el partido».
También se refirió al 2-0. «Ha sido un golazo y a nosotros nos han machacado en los últimos tiempos con acciones de ese tipo, cuando estábamos dominando el encuentro. Ahora hay que seguir sumando partido a partido hasta ver a dónde llegamos», apostilló.
Por su parte, el míster zaragocista, José Aurelio Gay, admitió la «candidez» de sus hombres -sus tiros fueron más bien «cesiones al portero rival», indicó- y le preocupó la apatía, «pese a que nos vamos a salvar en las últimas jornadas». N.M.
A la lesión de Nekounam y la sanción de Rúper, hay que unir el partido de suspensión que deberá cumplir Miguel Flaño tras ver la quinta amarilla. Ello implica que el doble pivote estará formado por Puñal y Vadocz, mientras que lo probable es que entre Josetxo en defensa.
Rúper no está teniendo suerte con los árbitros. El de Aiegi fue expulsado ayer casi al final del partido tras una entrada fuerte, pero que pareció más bien fortuita. No es la primera tarjeta roja que sufre en la presente temporada, ya que la vio también ante el Espanyol.
Javad Nekounam tuvo que retirarse antes del descanso después de sufrir un esguince en su tobillo derecho en el minuto 40. El centrocampista iraní se marchó cojeando sensiblemente y habrá que esperar a las pruebas médicas para determinar cuál es el grado de su lesión.
